Es una piedra tan pequeña para un nombre tan grande.
La Llorona: la que llora. Una presencia masiva y espeluznante en nuestras leyendas, en la mente de los niños de toda América Latina. La mujer que ahogó a sus propios hijos, que camina sin cesar por las riberas, llorando y llorando. Un mito poderoso. Un gemido fuerte.
Pero esa Llorona no tiene nada que ver con esta piedra reluciente, seleccionada hace mucho tiempo en la sierra de Santa Cruz. La piedra pertenece a Melesia Villafuerte, y perteneció a su madre antes que a ella. Al igual que los indígenas de Guanacaste durante generaciones, Melesia y su madre han usado una piedra especial para pulir los lados ásperos de vasijas de barro, jarrones y platos con un alto brillo: la famosa cerámica de Chorotega.
Un día en la juventud de Melesia, un chico del barrio robó la piedra. Melesia lloró tan fuerte y por tanto tiempo, en el corredor de la casa de su familia en Guanacaste que, avergonzado, el niño finalmente se lo devolvió. Lloró tan fuerte y por tanto tiempo que, desde ese día, la piedra se conoce como La Llorona.
Hoy, Melesia tiene 57 años, y La Llorona vuela y brilla en su mano mientras está sentada puliendo cerámica en Coopeguaytil, donde las mujeres se juntan para hacer arte. Brilla por años de pulir y ser pulida a cambio, un tomar y recibir entre arcilla y piedra. Brilla con el recuerdo de las lágrimas de Melesia el día en que se la quitaron, solo para regresar. Brilla casi como una piedra de río, arrancada de las aguas antes de que sea demasiado tarde.
Imagen por Mayela López. Texto por Katherine Stanley Obando, inspirado por un reportaje de Mayela López sobre las artesanas de Guaitil, Guanacaste, publicado por El Colectivo 506. Nuestra serie dominguera, #MediaNaranja, recopila breves historias de amor con conexión costarricense: romances, amistades, amor por humanos, animales, cosas, lugares, ideas. Si quiere compartir sus propias ideas, historias, relatos, en este espacio, escríbanos a [email protected].
https://elcolectivo506.com/edicion-actual/mujer-no-numero/mujeres-de-guaitil-salen-adelante-para-preservar-su-arte/