América Latina es una región con realidades muy complejas y problemas críticos, pero a la vez, con numerosas evidencias de cómo la gente está respondiendo con creatividad, organización e innovación a resolver sus problemas colectivos. El periodismo de soluciones es una herramienta que ha permitido contar estas historias.
La primera capacitación en periodismo de soluciones ofrecida para periodistas latinoamericanos fue en octubre de 2018, en la edición del Festival Gabo de ese año realizada en Medellín, Colombia. Un curso dictado por Tina Rosenberg y Liza Gross del equipo de Solutions Journalism Network que fue disruptivo y motivador para quienes participamos en esta formación.
Desde entonces la cobertura con enfoque de soluciones se ha extendido cada vez más como una práctica presente en algunas redacciones y han surgido medios especializados o con líneas editoriales que hacen énfasis en contar historias de soluciones. Red/Acción en Argentina, Historias que laten en Venezuela y El Surti en Paraguay fueron pioneros en América Latina. También fue notable el trabajo de Fabrice Le Lous en La Nación de Costa Rica como un reportero de soluciones que abrió camino en Centroamérica.
En 2023, luego de mi designación como coordinador para Latam de Solutions Journalism Network (SJN) me propuse la tarea de identificar, conocer y conectar a los distintos actores (periodistas, editores y medios de comunicación que trabajaban con la metodología) como un primer paso para construir y afianzar una red regional de SJN.
Una labor que además me permitió hacer un mapa de Latam y obtener una mirada panorámica: en la actualidad más de 32 medios de comunicación de 14 países hacen coberturas con perspectiva de soluciones en América Latina.
Medios independientes como 9 Millones en Puerto Rico, Proyecto Lava en El Salvador y El Colectivo 506 de Costa Rica; proyectos hiperlocales o especializados como El Otro País de Paraguay o Amazônia Vox de Brasil e incluso grandes salas de redacción como Folha de São Paulo también en Brasil hacen y publican reportajes de soluciones.
En los dos últimos años, 23 periodistas de América Latina se acreditaron como entrenadores de Solutions Journalism Network, quienes integran un equipo humano muy valioso que ha realizado al menos unas 150 actividades de capacitación entre cursos, conferencias o seminarios web en las que se han formado, aproximadamente, 1500 periodistas o estudiantes de periodismo de países como Venezuela, Argentina, Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, Puerto Rico, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Paraguay y Chile.
El periodismo latinoamericano está indagando y documentando las respuestas a nuestros problemas colectivos, son evidentes los avances en la difusión del enfoque, sin embargo, aún falta mucho camino por recorrer.
Uno de los desafíos es incidir en ampliar la agenda informativa de los medios de Latam para que las respuestas—muchas de ellas urgentes—a los problemas sociales sean de interés y prioridad editorial de la mayoría de las redacciones.
En América Latina, además, en un contexto de crisis social y política, y en algunos países con evidencias irrebatibles de retroceso democrático y el ascenso al poder de líderes populistas, el periodismo de soluciones tiene una mayor pertinencia para incidir en el cambio social en la región.
En mi experiencia en Venezuela, en un escenario autoritario de restricciones a las libertades y una profunda inestabilidad política, el enfoque de soluciones nos ha posibilitado contar historias que revelan cómo la fuerza de la sociedad civil está sentando las bases de la reconstrucción del tejido social e impulsado cambios muy innovadores.
A pesar de las adversidades que enfrentan los venezolanos, son centenares los puntos de luz que en medio de la oscuridad brillan, casos de transformación social que muestran cómo los ciudadanos, más allá de las diferencias políticas o ideológicas, logran con éxito resolver muchos de sus problemas comunes y, sin duda, estas historias deben ser visibles.
En una América Latina cada vez más polarizada y con democracias en riesgo, las historias de soluciones son una alternativa para hacer coberturas que documenten iniciativas de la sociedad civil organizada y su rol en la despolarización y en la innovación social.
En el caso de Venezuela a pesar de la incertidumbre que genera que se consolide un gobierno que no respeta las reglas del juego democrático, hay claras certezas de que al mismo tiempo ocurre un proceso de reorganización y reconciliación social que es inspirador.
Con estas lecciones aprendidas y frente a los desafíos del periodismo contemporáneo, estoy convencido que los reportajes de soluciones pueden contribuir en los países de nuestra región a abrir el diálogo, reconectar con nuestras audiencias y combatir la narrativa de la desesperanza.
Los colegas de la región compartimos la opinión de que el periodismo de soluciones en Latam “está en construcción”, juntos estamos colaborando en adaptar el enfoque a la realidad latinoamericana y a complejizar las narrativas para proporcionar una mayor comprensión de los problemas que enfrentan los ciudadanos de nuestros países y de cómo se están solventando. No solo es oportuno, sino necesario.
El periodismo de soluciones es una técnica muy útil para crear contenidos que narren casos de desarrollo sostenible que inspiran y pueden ser replicables.
Es un reto en medio de un contexto regional y global de crisis económica y de recesión, y con una industria de los medios también en crisis de sostenibilidad.
El cierre de Red/Acción este año en Argentina, un proyecto editorial de referencia que fue liderado por Chani Guyot y del que formaron parte varios colegas argentinos de nuestra red—entre ellos, Javier Drovetto, Stella Bin, Florencia Tuchín y David Flier—es una mala noticia. Crea una alerta que nos hace poner las barbas en remojo a otros editores de medios independientes en Latam y también un caso que nos concientiza sobre la imperante necesidad de ser creativos y pensar en modelos de negocios alternativos que garanticen la sostenibilidad de nuestras redacciones, tarea para nada simple.
A pesar de este traspié, al hacer un balance, pienso que hay una evolución positiva del periodismo de soluciones en Latinoamérica y hemos logrado crear una comunidad cada vez más y mejor articulada, con un intercambio colectivo y fluido de experiencias e ideas que es muy enriquecedor, una siembra que está empezando a generar frutos.
Los desafíos siguen siendo enormes, pero en suma, el periodismo de soluciones ya contribuye a hacer nuestras sociedades más justas, propiciar un impacto positivo en nuestras audiencias y crear esperanza con historias que ilustran a través de nuestras posibilidades que los cambios sí son posibles.