El programa ecoins surgió en el 2018 con la convicción de ofrecer solución a una necesidad real: la gestión integral de residuos sólidos. En este camino siempre tuvimos en mente dos aspectos esenciales. Uno era crear un sistema que permitiera la circularidad de los materiales recuperados y el otro, que la comunicación fuera la herramienta de diferenciación en un proyecto de ambiente y economía circular.
Seis años después de su arranque, ecoins ha evolucionado de maneras para nosotros imprevistas. Esta circunstancia, lejos de darnos una sensación de descontrol, la hemos percibido como el fluir propio de un programa orgánico que tiene la flexibilidad de adaptarse a cambios con gran rapidez, que responde a necesidades reales y no creadas, y que tiene el ritmo vital de una criatura en evolución en plena era digital.
Lo anterior convierte a ecoins en un programa muy singular, por su capacidad de no depender constantemente de un «respirador asistido» para mantenerse, como suele suceder con muchos programas sociales y ambientales. En cambio, ecoins funciona de manera autónoma con el apoyo responsable de un equipo que lo monitorea y guía sus pasos, pero sin interferir en su evolución natural.
Para comprender a ecoins, sin embargo, hay que entender su historia y por eso, situándonos de nuevo en el 2018, debo apuntar que mucho de su origen parte de la intuición y el atrevimiento, ya que no teníamos a cuenta experiencias similares para establecer parámetros de comparación y rutas de acción basadas en lo que otros habían hecho en el pasado. Así, con la libertad del explorador, pero con la incertidumbre del pionero, decidimos echar a andar el programa y probar varias hipótesis:
Primero, que la recuperación de materiales de un programa de gestión de los residuos sólidos es proporcional a la capacidad de crear incentivos que motiven al consumidor final a retornar los materiales valorizables a la cadena de valor.
Segundo, que la comunicación estratégica sobre alternativas accesibles para reciclar residuos es primordial para incentivar la entrega de materiales valorizables en condiciones adecuadas para su reutilización.
Y tercero, que la digitalización y el acceso masivo a dispositivos móviles crea las condiciones suficientes para crear un sistema interactivo capaz de integrar los diferentes eslabones de la cadena de valor de los residuos valorizables, desde el consumidor final, pasando por los gestores de residuos y las empresas usuarias del material recuperado.
Así fue como iniciamos con el programa con la certeza de que una iniciativa como ecoins era necesaria, mientras tanto, en el proceso, nos íbamos respondiendo a preguntas que surgían tras los resultados que obteníamos.
A pocas semanas de haber iniciado ecoins ya se habían registrado cerca de 25 mil personas. Los resultados que obtuvimos nos ayudaban a confirmar que las hipótesis que nos habíamos planteado resultaban correctas y lo estaban mostrando con datos duros. Ya para entonces habíamos avanzado en el desarrollo de nuestra aplicación móvil y consideramos que los esfuerzos que habíamos llevado a cabo en Costa Rica habían sido efectivos y que habría posibilidad de impulsar acciones similares en otros países, así fue como iniciamos iniciativas piloto en Panamá, Perú, Guatemala y El Salvador.
2020: Tiempo de mostrar resiliencia
Luego vino el 2020, y poco después la pandemia. Al igual que para la mayoría de las personas, negocios y todo tipo de organizaciones, fue un momento muy retador y una prueba de fuego para la resiliencia de ecoins. Muchos de los centros de acopio fueron cerrados como medida de seguridad sanitaria y como resultado, una amplia mayoría de nuestros puntos de entrega de materiales valorizables se vieron imposibilitados de continuar brindando su servicio.
Nuestra respuesta fue la creación del modelo “ecoins en casa” para contrarrestar el cierre temporal de los centros de acopio. De esta manera, quienes quisieran valorizar sus residuos tendrían la alternativa de entregarlos limpios, secos y separados en bolsa y dejarlos marcados con sus datos personales fuera de sus casas para que fueran posteriormente recolectados a través de rutas municipales. A cambio, recibirían sus ecoins en ocho días plazo una vez que enviaran una imagen demostrativa de su aporte al Facebook del programa.
Más allá del volumen de material recuperado, el haber encontrado alternativas en medio de la crisis fue muy significativo, esto porque mostró la capacidad del programa para adaptarse a coyunturas extremas en las que la versatilidad es clave para continuar avanzando. Esta experiencia nos enseñó que ecoins era un programa que, pese a su corta vida, estaba alcanzando un nivel de madurez suficiente como para replantearse procesos y encontrar nuevos caminos.
La circularidad como canon y objetivo
En el 2021 decidimos someter a ecoins a una evaluación para conocer el nivel de “circularidad” del diseño del programa. Es decir, queríamos evaluar cómo el desempeño que estábamos teniendo cumplía con los tres principios básicos de la economía circular: eliminar los residuos y la contaminación; circular productos y materiales en su valor más alto; y regenerar la naturaleza. Los resultados fueron muy positivos al haber alcanzado la calificación de nota máxima de A+Circulitics por parte de la fundación Ellen McArthur.
Este logro fue muy importante para nosotros porque fue una confirmación del cumplimiento de nuestro propósito, el cual, era crear un sistema efectivo que impulsara la economía circular y que mostrara que había otras formas de proceder para aprovechar los residuos y no solo desperdiciarlos creando contaminación y pérdida energética, tal como sucede con el modelo de economía lineal.
A ciencia cierta, creo que muchos actores sociales se han percatado de esta coherencia y consistencia del programa ecoins y eso permite que tengamos números de participación social muy altos como más de 118 mil seguidores en redes sociales, más de 1100 centros de acopio asociados y alianzas con más de 100 gobiernos locales a nivel regional.
Aparte de esto, más avances tecnológicos hemos ido alcanzando, por ejemplo, la utilización de tecnología blockchain para los ecoins, las mejoras constantes a nuestra aplicación móvil y plataforma web; y por supuesto, esto también ha incrementado nuestra base de personas inscritas, llegando actualmente a más de 110 mil individuos y sus familias.
De significativa importancia ha sido la incorporación de nuevas tecnologías apostando por una visión de trazabilidad de residuos basados en sus códigos de barras y con la posibilidad de acceder a un sistema de geolocalización que le permita al consumidor de un producto encontrar el punto de entrega de un residuo asociado a ese bien en su zona geográfica más próxima.
Igualmente, se han lanzado nuevos programas piloto en otros países como Colombia, Nicaragua, Argentina y Honduras en una búsqueda constante por ampliar fronteras e incrementar el alcance e impacto de la economía circular a escala regional.
A la fecha, con ecoins hemos logrado recuperar cerca de 9 mil toneladas de residuos desde la esfera del reciclaje, pero sabemos que no nos podemos quedar solo en la recuperación y el reciclaje porque la economía circular alcanza ámbitos más profundos que van hasta el rediseño, la reducción, la reutilización, la reparación y la renovación.
Lo anterior es lo que nos ha llevado a desarrollarnos en un nuevo campo con enorme potencial y que se deriva del “Derecho a reparar”. Se trata de la creación del primer directorio de reparación en Centroamérica para todo tipo de productos. Nuevamente, este es un camino que es necesario recorrer como sociedad y que nos exige un nuevo salto de fe insuflado por la convicción de que es necesario cortar el hilo del desperdicio y dar oportunidad a los propietarios de objetos en mal estado de brindarle un nuevo ciclo de vida a sus bienes materiales, mientras tanto, se desarrollarían múltiples encadenamientos económicos basados en el servicio de reparación creando así nuevas oportunidades de empleo y generación de valor.
Ecoins actualmente ofrece soluciones integrales a empresas comprometidas con la sostenibilidad y la responsabilidad extendida del productor a través de nuestras Membresías de Afiliaciones. Nuestro sistema tecnológico avanzado, respaldado por una red de alianzas estratégicas de seis años en el sector, permite a las organizaciones abordar de manera más efectiva los desafíos de la economía circular. Las empresas podrán acceder a herramientas y recursos para gestionar eficientemente sus procesos de reciclaje, reducir su huella ambiental y cumplir con las regulaciones de responsabilidad extendida del productor.
Para El Colectivo 506 es un honor contar con ecoins como uno de los patrocinadores de nuestra edición de abril 2024, “El reciclaje cierre el círculo”. Para más información, puede escribir al correo electrónico : [email protected]. También puede acceder al juego de ecoins y al sitio web de ecoins para conocer más del programa.