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La economía del cuido y su profesionalización

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Paola Mejías Molina cursaba los últimos meses de su carrera de enfermería en la Universidad Santa Lucía cuando decidió empezar un negocio: servicios de niñera altamente calificada para turistas. Su primer trabajo lo hizo sin siquiera hablar inglés.

Hoy, ocho años después, es CEO de Cuidarte CR y Licenciada en Enfermería. Ahora no sólo habla inglés básico sino que tiene una red de cerca de 2000 enfermeras, enfermeros y asistentes de enfermería en todo el país, quienes bajo una contratación con la empresa, pueden brindar el servicio de cuido a personas de todas las edades y en todas las condiciones de salud en cualquier lugar de país.

“Usted me pide una enfermera en este momento en cualquier lugar del país y yo le puedo resolver en 30 minutos”, asegura Paola. Sin embargo, ella tiene algo claro.

“Uno es consciente que uno se está dirigiéndo a un sector muy privilegiado”, dice. “Hay necesidades de la sociedad que no están siendo abarcadas por ninguna empresa de cuido de Costa Rica, porque el presupuesto que manejan [las familias] es muy limitado”.

Un servicio de profesionales en enfermería como los que ofrece Cuidarte CR puede ir desde visitas para aplicar medicamentos inyectables, hasta cuidados de personas enfermas 24/7. Paola explica que contratar un servicio de enfermería a domicilio 24/7 puede llegar a costar hasta ₡4.000.000,00 por mes. También explica que los servicios de niñera enfermera puede llegar a costar hasta ₡12.000,00 la hora.

“Es una profesión, entonces se cobra”, explica Paola. “Me encanta lo que hago, me encanta ayudar, pero es un servicio profesional. Yo lo cobro. Marcar esa diferencia es lo complicado”.

Retrato de Paola Mejías Molina. Cortesía de Paola Mejías Molina / El Colectivo 506

Aunque Paola abiertamente defiende la profesión de enfermería, también dice tener claro que las labores de cuido no siempre necesitan de profesionales en salud.

“Es parte de la educación que necesitan los costarricenses sobre las diferencia que hay entre un cuidador, un asistente de paciente, y un enfermero”, dice Paola, quien además agrega que la diferencia radica en la formación que tengan estas personas para asumir diferentes niveles de cuidado. “Hay muchos pacientes que lo que requieren es compañía. El verificar que la persona se tomó el medicamento oral lo puede hacer un familiar”.

Sin embargo, Paola enfatiza en la importancia de que cualquier cuidador, familiar o contratado, se capacite.

“Hay herramientas para hacerlo. A nivel web uno puede hacer cursos gratuitos, sobre la seguridad de un paciente por ejemplo. Todo es que ese cuidador tenga el interés de crecer y de poder ofrecerle algo más al cliente”, dice Paola. “Si es una niñera que tiene [formación en] masaje infantil, estimulación temprana, RCP pediátrico, diay ¿qué papá le diría que no para que cuide un hijo? Es salir de la zona de confort”.

“No es lo mismo decir ‘yo cuido adultos mayores’, a decir, ‘yo soy especialista en atención geriátrica’, ¿vez que diferencia?.

“O ‘yo soy técnico en el cuidado del adulto mayor’, ya por esa forma de decirlo ya usted puede cobrar más”.

Para Paola, formar personas como técnicos en el cuido es la solución para las familias que no tienen la capacidad de pago para contratar a profesionales en salud como los que ella representa.

El INA y sus programas de formación de cuidadores.

Leidy Chaves Martinez trabaja asistiendo a personas adultas mayores y con discapacidad en Liberia, Guanacaste. Ella es egresada del INA con tres certificaciones: Asistente integral de la persona adulta mayor, Asistencia de personas con discapacidad y Asistente de personas dependientes.

“Yo había estudiado en materia de cuido de adulto mayor”, dice Leidy, quien explica que esos estudios los llevó en un instituto privado, pero cuando vió la oportunidad de formarse en el INA la aprovechó. “El INA es una entidad reconocida como técnico, la hice para tener un mejor currículum académico”.

Desde el 2011 en el Núcleo Salud, Cultura y Artesanía del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) se han incluído programas de formación para personas cuidadoras de niñez, adolescencia y adultos mayores.

Para el cuido de personas adultas mayores, el INA imparte formación como ‘Asistente en la atención integral para la persona adulta mayor’, que hoy en día requiere de una inversión de 750 horas de formación y está basado en el Estándar de Cualificación del Marco Nacional de Cualificaciones de la Educación y Formación Técnica Profesional de Costa Rica.

También desde el 2011 se han formado personas como ‘Asistente en la atención integral para personas de 0 a 6 años (673 horas de formación), y ‘Asistente en la atención integral para personas de 7 a 17 años’ (701 horas de formación). Estos programas se han modificado recientemente para cumplir con lo establecido por el Marco Nacional de Cualificaciones, y así asegurar que las personas se gradúan con un grado técnico reconocido. Hoy el programa para atender niños de 0 a 12 años se llama ‘Asistencia para la niñez’.

Además, desde el 2017 y para responder a lo establecido por la ley 9379, ‘Ley para la promoción de la autonomía personal de las personas con discapacidad’, el INA imparte la formación para ‘Asistencia personal para la persona con discapacidad’, donde después de 168 horas de formación, la persona recibe una certificación de trabajador calificado y no sólo puede optar por ofrecer sus servicios privados, sino también puede formar parte de los profesionales que contrata Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (CONAPDIS) en su programa de autonomía donde personas con una discapacidad pueden mejorar su calidad de vida gracias al acompañamiento de una persona de apoyo.

Imagen promocional de una formación del INA EN ‘Asistente en la atención integral para la persona adulta mayor’, realizada en San Isidro de Heredia. Tomado del Facebook del INA

Leidy es una de ellas, y asegura que cuando inició su formación en el INA no pensaba trabajar como asistente para personas con discapacidad, pero desde febrero del 2022 ha sido su principal ingreso. Leidy apoya 3.5 horas diarias, de lunes a viernes, a una persona con discapacidad. Los fines de semana trabaja asistiendo a personas adultas mayores.

Desde sus inicios, y según explica María Auxiliadora Alfaro Alfaro, Jefa del Núcleo Salud, Cultura y Artesanías del INA, en los cuatro programas se han graduado a 2342 personas. El 92% de las personas egresadas son mujeres y el 8% son hombres.

“[Los programas] están abiertos a toda persona que quiera formarse como asistente personal”, dice María Auxiliadora. Sin embargo, mucha de la oferta que se ha dado corresponde a demanda de instituciones y organizaciones que lo necesitan. Por ejemplo, han capacitado personal del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), y madres comunitarias referidas por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS). Para el 2023 están organizando capacitaciones para las personas que laboran en las Casa de la Alegría, que son los centros de cuido para niños de familias migrantes que vienen a trabajar durante la cosecha de café en la zona sur y la zona de Los Santos.

La apertura en una de estas formaciones en cualquiera de los 54 centros de formación del INA también dependerá de que las personas participen de ferias de formación y realicen preinscripciones para poder determinar si hay suficiente demanda de personas individuales.

“Lo que le pedimos es la primaria, para que la persona sepa leer y escribir, y ser mayor de 18 años. Entonces no hay una limitación. Puede ser empleada o desempleada”, dice María Auxiliadora sobre los únicos requisitos de ingreso que tiene el INA en estos programas.

Ella también explica que la posibilidad que tiene el INA de ofertar estas formaciones depende de sus presupuestos y recurso humano.

“Estos programas son multidisciplinarios. Tenemos inclusive una persona de arte para que le de ciertas habilidades a la persona que va a dar el servicio”, explica María Auxiliadora. “Se le da ideas de actividades que puedan llevar a cabo con las personas adultas mayores a las cuales va a asistir. El resto de las personas docentes son del área de salud”.

Al igual que Paola, María Auxiliadora recalca la importancia de entender cuáles son los alcances y responsabilidades de estos profesionales: “La idea es tener personas formadas para que brinden un servicio de calidad en la atención de personas.

“Esperamos que nuestros egresados sean personas que puedan ofrecer ese acompañamiento y ese servicio de calidad de forma integral, sin trascender ámbitos de competencia porque no es lo mismo una enfermería o un médico”, dice María Auxiliadora. “Respetamos mucho los campos de acción de estos profesionales. Lo que queremos es que nuestros egresados puedan ofrecer un servicio de calidad pero con su nivel técnico”.

¿A dónde puede trabajar un cuidador calificado?

Paola, fundadora de Cuidarte CR, dice que su empresa hoy en día se concentra en ofrecer servicios que requieren de un profesional en enfermería o que son ocasionales. Por el momento la empresa ha dejado de ofrecer serviciosa tiempo completo de cuido de personas adultas mayores y de niños. ¿Por qué? Explica que las personas siguen encontrando el servicio costoso, y el trabajo administrativo que demanda es muy alto. Sin embargo, no descarta retomar este servicio particular en el futuro, en especial si se puede encontrar y contratar personal capacitado como el que forma el INA.

“Si yo en algún momento desarrollo un proyecto que ofrezca el servicio de niñeras básicas, no dudaría en contratar a una persona que se formó así,” dice Paola. “Lo contratan mucho de asistente de preescolar, en guarderías, porque está súper capacitado para atender y hacer esas funciones, que no necesariamente tiene que hacer un docente o un licenciado en preescolar”.

María Auxiliadora explica que las personas certificadas del INA tienen otra ventaja que no es sólo el respaldo de la institución de la que habla Paola.

“En los programas [del INA], excepto el de personas con discapacidad, [los estudiantes] tienen una práctica supervisada que normalmente dura alrededor de 96 horas para poderse certificar. Esto les abre una ventana también. ¿Dónde se realizan estas prácticas? En los centros. Muchas de estas personas son contratadas por los mismos centros”.

Sin embargo, ella también explica que en el INA se fomenta la autogestión de sus graduados para que puedan ofrecer sus servicios de forma privada.

Ese es el proyecto de Leidy, quien solía trabajar para una agencia en la Gran Área Metropolitana (GAM) como cuidadora de personas adultas mayores.

Leidy y un familiar posan durante una sesión de fotos para crear material promocional de los servicios que presta. Cortesía Leidy Chaves / El Colectivo 506

“Desde que dejé de trabajar con la agencia, me vendo sola. Lo hago por contratos de servicios profesionales», explica Leidy, ya que aunque el trabajo que realiza asistiendo a una persona con discapacidad lo financia el CONAPDIS, su contratación es directamente con esta persona y no con la institución.

“[El trabajo para personas adultas mayores] lo he estado manejando con asistencias los fines de semana”, agrega Leidy sobre cómo logra generar más ingresos para su familia. “Yo quiero ser emprendedora, tener una microempresa que dé el servicio acá en Guanacaste. Esa es mi meta y emplear a las personas que se forman en el INA”.

Los retos de fomentar una economía del cuido

“Nosotros como cuidadores quedamos muy desprotegidos,” dice Leidy ya al final de la entrevista. “Es todo un reto, que nosotros que tenemos una formación INA—yo que duré un año y medio llevando un programa—ahora vienen todos estos institutos baratos y que ofrecen un título de asistente de pacientes, donde esta persona paga ₡150.000,00 y en tres meses está fuera. Esa es tu competencia.

“Las tablas de costos de cuido están establecidas, pero estas personas por conseguir trabajo ofrecen la hora a un precio mucho más bajo al que lo ofrezco yo, entonces esto a uno le afecta. Uno quisiera que se exigiera”.

Entonces, al igual que cualquier profesión, si el Estado costarricense quiere fomentar la economía del cuido, también debe regular su formación. Es una realidad que Paola también ha visto afectar a los profesionales de enfermería.

“Para mi, son tal vez dos o tres institutos en Costa Rica que estén avalados, que yo diga sí, es un curso de asistente de paciente que dura 10 meses, un año, que les enseñan de mecánica corporal, que les enseñan la alimentación del adulto mayor”, dice. “Pero para mí, es requisito que el asistente siempre debe estar acompañado de un profesional en salud”.

Además, Leidy y Paola tienen claro que para levantar su empresa deben también romper muchos mitos.

“Lo que pasa es que acá [en Guanacaste] no se ve contextualizado el tener que pagar por un servicio. La gente acá, al ser una zona rural, siempre se enfoca [la responsabilidad] a la familia, a la hija que siempre está en la casa que se haga cargo de los padres”, cuenta Leidy, y asegura que por eso fue que al inicio de su carrera terminó trabajando en la GAM.

Paola también conoce esos obstáculos. Cuenta que, en su caso, ella siente la diferencia cuando la persona que cotiza es una persona más joven, ya que considera que las personas jóvenes entienden que es un servicio que se cobra, a diferencia de una persona mayor. Entonces, ella espera que los cambios generacionales ayuden a promover la valoración del cuido.

“Es cambiarnos el chip de que la mamá es incondicional”, dice Paola. “Todo empieza en la casa, que cambie el chip, que los hijos colaboren, que el papá colabore. Ahí empieza la base”.

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Mónica Quesada Cordero
Mónica Quesada Corderohttp://www.mqcphoto.com
Mónica (Co-Fundadora, Editora Gráfica) es una galardonada fotoperiodista con 15 años de experiencia en el desarrollo de proyectos fotográficos en el área editorial, retrato, vida silvestre, comida y arquitectura. Además, cuenta con experiencia en escritura y redacción y una maestría en Producción Audiovisual y Multimedia. Mónica (Co-Founder, Graphic Editor) is an award-winning photojournalist with 15 years of experience developing photographic projects in the editorial, portrait, wildlife, food and architecture areas. In addition, she has experience in writing and a master's degree in Audiovisual and Multimedia Production.

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