“¿Está Costa Rica preparado para enfrentar problemas que el resto de Centroamérica tiene décadas de estar enfrentando?”
Esa pregunta nos planteó esta semana el periodista salvadoreño veterano Carlos Martínez. También es la pregunta que nosotras en El Colectivo 506 nos hemos hecho por años, cada vez que leemos o escuchamos las reflexiones de periodistas del istmo sobre las amenazas a la democracia, la seguridad, y el bienestar en sus países. Tiene mucho que ver con la oportunidad representada por el Foro Centroamericano del Periodismo (ForoCAP) Costa Rica, la edición #14 de un evento pionero en la región.
El ForoCAP es organizado por El Faro, el primer periódico nativo digital de Centroamérica que se fundó en 1998. Gracias a años de trabajo voluntario por periodistas de El Salvador, hoy es un medio de comunicación consolidado y referente en la región.
Carlos Martínez formó parte de esa primera generación de periodistas, y ha viajado con El Faro y también el ForoCAP a lo largo de sus vidas. Carlos es también el autor del libro “Juntos, todos juntos”, sobre una caravana de migrantes que intentaron llegar desde Centroamérica a los Estados Unidos, y dos veces ganador del Premio Gabo. Fue fundador del ForoCAP y ahora es coordinador del comité de contenidos del mismo.
El año pasado, para garantizar la continuidad y seguridad de su trabajo periodístico, El Faro fundó una organización sin fines de lucro en Costa Rica, como explican en su sitio web: “Esta medida fue tomada cómo consecuencia del desmantelamiento de la democracia salvadoreña, la falta de controles al ejercicio del poder y los ataques a la libertad de prensa”. Un efecto secundario positivo de ese cambio es que el ForoCAP llega a Costa Rica por primera vez, con eventos a lo largo de los días jueves 6 y viernes 7 de julio en Barrio Escalante, San José. (Para más información o para inscribirse al evento, visite la página del ForoCAP 2024 Costa Rica aquí).
Carlos habló con El Colectivo 506 por teléfono para contarnos más sobre la evolución del evento y lo que espera para estas sesiones en Costa Rica. A continuación, extractos de la conversación, editados para claridad.
¿Por qué El Faro empezó a desarrollar un evento para el periodismo?
Una de las principales preocupaciones que desde su fundación tuvo nuestro director Carlos Dada, fue conectar el periódico con el mundo. Durante un montón de tiempo el periodismo centroamericano y el periodismo salvadoreño estuvieron bastante aislados de lo que se hacía en otros lados. Se habían superado enormes debates en América del Sur y América del Norte, pero Centroamérica seguía siendo bastante aislada y los periodistas centroamericanos teníamos muy poco contacto con el mundo.
Decidimos en principio crear un evento de periodismo que tendría como centro la problemática centroamericana, pero que a la vez nos permitiría conectarnos con colegas de diferentes partes del istmo. De nutrirnos con debates que ocurrían en otras partes del mundo, no solo sobre el periodismo sino también sobre política, sobre sociedades.
Nos parecía que sería chévere tener una plataforma en El Salvador para generar un roce con colegas en la región. Creamos un evento verdaderamente pequeño, pero con el tiempo el foro fue creciendo, en gran medida gracias a la generosidad de colegas en diferentes partes del mundo, y gracias también a la simpatía que despertaba en otros colegas del mundo vernos intentando levantar un proyecto periodístico en la región.
Si tuviera que escoger un impacto que ha tenido esta serie de eventos en el periodismo de la región, ¿cuál sería?
En tiempos tan angustiosos como los que vive la región ahora, y que tenemos tiempo viviendo, creo que el foro centroamericano es un espacio de encuentro y solidaridad entre colegas que viven circunstancias adversas, y que se ven aliviadas por la sensación de que no estamos solos. Y que de alguna manera esto protege el ejercicio periodístico que se hace en la región. Estas sinergias que se crean son beneficiosas en distintos sentidos, y crean una red de solidaridad.
Ahora el Foro viene a Costa Rica. Mi percepción está afectada y limitada por ser extranjera, pero siempre me ha parecido que si bien ha faltado comunicación entre periodistas de los países de Centroamérica en general, los periodistas de Costa Rica estamos aún menos conectados con el resto de la región. ¿Cree que es así?
Me resulta comprensible en la medida en que Costa Rica, por su historia, tiene particularidades que parecería un injerto artificial en Centroamérica. Costa Rica… está a años luz de los debates que se tienen en algunos de estos países centroamericanos. Encontrábamos más puntos de contraste y de cruce entre los colegas que ejercían el periodismo en Honduras, en Nicaragua, en Guatemala, y los periodistas de Costa Rica, que parecían más bien todos venidos de Europa. Me da la impresión de que de alguna manera, los debates que todos teníamos en el resto de Centroamérica, parecían muy lejanos de Costa Rica.
Sin embargo, en esta edición del ForoCAP, uno de nuestros intereses es [cuestionarnos]: ¿realmente Costa Rica queda tan lejos en términos de problemáticos al resto de Centroamérica? Sobre todo en estos momentos en que los costarricenses parecen estar descubriendo el narcotráfico. Están asustados descubriendo un hecho que tiene décadas ocurriendo. Costa Rica no se libra de ser una pieza del narcotráfico internacional porque tiene una ubicación geográfica indispensable para la distribución de narcóticos en el mundo. ¿Está Costa Rica preparado para enfrentar problemas que el resto de Centroamérica tiene décadas de estar enfrentando?
Amenazas del narcotráfico y la violencia, y también amenazas a la democracia, como la reducción en la confianza en las instituciones. En ese sentido, ¿cuáles cree que son aprendizajes que los periodistas del resto de la región, ofrecen a Costa Rica?
Es fundamental que las sociedades no demos por sentado absolutamente nada. Que la sociedad civil no dé la democracia por un hecho, y no dé por un hecho el funcionamiento normal de las instituciones. En sociedades como la de Costa Rica, cuyos indicadores sociales son muy distintos a los del resto de la región, probablemente sea más complicado avistar estas cosas.
Los períodos democráticos en América Central no han sido capaces de solucionar los grandes problemas que afectan a la mayor parte de nuestras sociedades. Los períodos democráticos no aliviaron sustancialmente las enormes inequidades en nuestra región… la enorme distancia donde conviven la miseria con la opulencia. No consiguieron generar seguridad a la población, empleos, estimular la movilidad social entre los habitantes. Durante un montón de tiempo, dimos por hecho que a la democracia le bastaba con su hermoso perfil griego [para responder a las necesidades de las sociedades]. Y cuando las democracias no consiguen solucionar los problemas fundamentales de sus sociedades, estas son cada vez más proclives a buscar otras alternativas.
En el caso de El Salvador, en donde hemos entrado ya plenamente en una dictadura, todo el periodo democrático no consiguió atender esos problemas centrales que teníamos como país. [La democracia] no consiguió resolver el problema de la violencia… de manera que cuando aparece un sujeto que promete hacer milagros, nuestra sociedad [lo acoge].
El único antídoto para ello es una sociedad civil muy fuerte, muy organizada, y con capacidad de agencia. El periodismo es un instrumento fundamental para eso, y además, creo yo, que desde el periodismo en gran medida lo que se hace es educar a las personas para vivir en democracia.
Si algo me atrevería a sugerir o recomendar a la sociedad costarricense, es eso. Uno, no dar por un hecho la democracia. Y número dos, lo mismo para el periodismo. Nuestro trabajo es poner siempre todo en tela de juicio y crear una sociedad civil crítica, con la capacidad de tener los instrumentos intelectuales para poder tener injerencia sobre los gobernantes. No hay atajos para eso. Es una búsqueda permanente, y nada está garantizado. Eso es super importante tenerlo en cuenta. Nuestras democracias no están garantizadas.
Actividades del ForoCAP 2023 en Guatemala.