Borbón. Bíter. Azúcar. Agua. Un elegante desenrollado de cáscara de naranja. ¿Por qué llamarlo Old Fashioned cuando podrías llamarlo Media Naranja, para que cada sorbo de cada invitado a la boda en esta festiva noche de Virginia cuente la historia que comenzó a muchas millas de distancia?
Media naranja. La forma en Costa Rica de describir al alma gemela. ¿Qué recuerdas del momento en que conociste la tuya? ¿La música, el clima, el sabor de la bebida en tu mano? Las dos mitades de esta historia en particular también recuerdan, de manera indeleble, el momento histórico en el que sus caminos se cruzaron por primera vez. Se conocieron menos de dos años después de la derogación de Don’t Ask, Don’t Tell. Dos años antes del matrimonio igualitario en su país de origen, Estados Unidos. Siete años antes del matrimonio igualitario en Costa Rica, el país donde ambas estaban sirviendo en el Cuerpo de Paz. El país donde practicaron su español, practicaron marcar la diferencia, practicaron el enamorarse.
Se enamoraron por completo, pero vivieron ese amor sin anunciarlo, todos esos años antes de la igualdad.
Incertidumbre. Separación. ¿No es por eso que las naranjas tienen secciones? ¿Por la independencia, el trote mundial, tiempo para pensamientos profundos? Estas dos mitades se separaron, tomaron aviones, abordaron barcos, sirvieron a su país una vez más, obtuvieron títulos, volvieron a juntarse con la inevitabilidad que los amigos habían visto años antes. Un día, el mundo se cerró y se encontraron juntas, sin trabas, en un país que se había dado cuenta de que el amor es amor. Un día, dijeron que sí en un muelle frío. Un día, dijeron sus votos en un jardín soleado. Sirvieron bebidas adornadas con cáscara de naranja y contaron a sus invitados un dicho del país del que se enamoraron. Un país donde ahora, si así lo hubieran elegido, también podrían haberse casado en las playas que llegaron a conocer como la palma de la mano siete años antes.
Agua. Azúcar. Bíter. Borbón. Con qué descuido levantamos un vaso a veces, pero con cuánto sentido estos invitados levantaron el suyo esa noche. Qué poderoso es celebrar en voz alta lo que alguna vez se calló. Cuán profunda es la gracia de tantas mitades unidas que se unen en los días de sus bodas y extienden los brazos hacia sus países, sus países que tardaron tanto en llegar, y dicen: Bienvenidos. Salud. Los estábamos esperando.
Texto de Katherine Stanley Obando, inspirado en la boda de Brittany Stromko y Taylor Westfall, Ex-Voluntarias del Cuerpo de Paz (Costa Rica), el 15 de mayo de 2021. Nuestra serie semanal Media Naranja captura historias de amor y afecto con un toque costarricense. Durante nuestra edición de junio enfocada en la comunidad LGBTIQ+ de Costa Rica, y en celebración del primer aniversario de la promulgación de la igualdad matrimonial en Costa Rica el 26 de mayo de 2020, nuestras columnas de junio se enfocan en parejas cuya historia involucra a Costa Rica y que se han casado durante el último año. Felicitaciones a Brittany y Taylor, quienes sirvieron a Costa Rica con tanta pasión y propósito, y quienes hicieron de este país una parte integral del día de su boda.