Uno de tres reportajes preparados por periodistas de comunidades rurales en Costa Rica como parte de nuestra edición actual, “La alineación”. El objetivo: mostrar sus perspectivas sobre cómo tres cantones diferentes—La Cruz de Guanacaste, Pococí de Limón, y Osa, Puntarenas—vivieron el día de las elecciones, 6 de febrero, 2022.
En Uvita de Osa, son las 5:30 de la mañana del domingo 6 de febrero. Alrededor de la Escuela La Flor de Bahía, ya están llegando Saúl Castro, Wilson Monge, Frankling Sequeira y Róger González, quienes, como lo han venido haciendo desde hace muchos años, se acercan a cada elección con sus banderas en sus carros y luciendo con orgullo sus camisetas de su candidato favorito. Ellos esperan a que abran las mesas de votación, porque serán los primeros en emitir el sufragio y luego se irán a tratar de traer amigos, familiares y vecinos para que también puedan ejercer su derecho al voto.
Por fin llegó el “Día E”. Nuestro país vive una vez más su fiesta democrática. Como cada cuatro años, una de las democracias más sólidas de América se prepara para recibir en las urnas a miles de votantes.
El cantón de Osa es el quinto de la provincia de Puntarenas, enclavado en el sureste de Costa Rica, en el corazón de la Región Brunca. Es una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta: un cantón rico, pero a la vez pobre. Esta contradicción es la realidad que viven los habitantes de esta región, con una problemática socioeconómica enorme, pocas posibilidades de empleo, y un desencanto general con las políticas estatales.
Ese desencanto usualmente cobrado por los ciudadanos cada cuatro años con un enorme abstencionismo en las urnas. Sin embargo, los que sí salen a votar, y en particular los que han estado inmersos en una cultura de votar desde hace años, viven un ambiente cálido y de mucha emoción.
Frente a la Escuela La Flor de Bahía en el distrito de Bahía Ballena, los primeros en llegar para emitir su voto e iniciar una extensa jornada de trabajo tienen una amena conversación. Saúl, Wilson, Frankling y Róger, que están allí como voluntarios para diferentes partidos políticos, recuerdan elecciones pasadas, y hasta se atreven a vaticinar posibles resultados para la noche. Ellos saben que esta no es una elección normal: se vive en medio de una pandemia y por eso, el ambiente es un poco más frío de lo usual. Sin embargo, poco a poco la gente se va haciendo presente. Para los voluntarios, es un buen momento para saludar amigos, bromear y pasar un día muy agradable.
Frankling Sequeira, líder comunal en Uvita de Osa, pone a disposición sus dos vehículos para transportar votantes. Él está bien identificado y apoya al Partido Progreso Social Democrático, pero no tiene inconveniente alguno en llevar hasta la escuela a cualquier persona que desee votar, sin importar el color político.
“Yo considero que nosotros somos unos privilegiados. En otros países no gozan del mismo derecho. Es una belleza salir a la calle y poder manifestar su color político con toda libertad y nadie le va a decir nada”, expresa Frankling en entrevista a Ronald Badilla de Costa Ballena TV.
Al igual que en Uvita, en la comunidad de Dominicalito, Cristobal Mora se prepara desde muy temprano para hacer apertura de la mesa, pues él funge como Fiscal. Para este vecino, la complicada situación que vive el país amerita que la gente se manifieste con su voto. Similar pensamiento tiene Asdrúbal Montoya, quién desde antes de las 6 de la mañana ya estaba en la escuela Dominicalito listo para votar y para tratar de convencer a los votantes para que apoyen al candidato presidencial Fabricio Alvarado, del Partido Nueva República.
“Vine a cumplir con el deber de todo costarricense”, dice Asdrúbal a Costa Ballena TV. “El llamado es a todos para que vengan a emitir su voto y cumplir con un deber que tenemos todos”.
En el resto del Cantón de Osa, el ambiente es similar—quizás un poco frío comparado con elecciones anteriores, pero eso sí, muy ordenado y que con el paso de las horas, poco a poco va calentando y llevando más gente a las urnas. Así es el escenario en la Escuela Eduardo Garnier Ugalde en Palmar Norte, el centro de votación más grande del cantón. Vive su fiesta de una forma muy alegre, con mucha armonía y con una buena afluencia de votantes durante la mañana, aunque para la tarde, no convoca a tantas personas. La jornada cívica transcurre sin incidentes y con mucho patriotismo: un domingo para compartir con amigos que hace tiempo no se podían ver, un día para pasarlo en familia.
Posiblemente, en esta localidad, la fiesta democrática se vive más intensamente que en otros lugares, ya que Palmar Norte tiene a una hija de su pueblo aspirando para ser diputada. Karol Salas Valerín encabeza la papeleta para diputados de la provincia de Puntarenas por el Partido Republicano Social Cristiano. Este hecho le ha puesto alegría a esta elección, aunque los simpatizantes de Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana, Progreso Social Democrático y Nueva República no han querido quedarse atrás. Con sus camisetas, banderas y apoyo a sus partidos, han hecho que Palmar Norte sea probablemente el centro electoral más colorido en el Cantón de Osa para estas votaciones.
En el Parque de Palmar Norte, bajo la sombra de un hermoso árbol de almendro, se encuentran dos personajes muy reconocidos del cantón: dos líderes comunales, dos dirigentes políticos, pero sobre todo, dos grandes amigos. Gerardo Carrera y Claudio Salas conversan amenamente, contando historias y recordando buenos tiempos, campañas políticas anteriores o simplemente pasaban un buen rato, como de costumbre. Pasa casi inadvertido el hecho de que en esta ocasión, Gerardo apoya al candidato Rodrigo Cháves del Partido Progreso Social Democrático, mientras que Claudio apoya al partido en el que su hija Karol es candidata a diputada, el Partido Republicano Social Cristiano.
Para mí, como periodista y residente del cantón, ver a estos señores compartir, reír, y pasar un gran domingo en el parque, es lo que representa la verdadera democracia del país, y la libertad que tenemos los costarricenses para elegir con total tranquilidad a nuestro candidato preferido cada cuatro años.
“Vivimos un día muy tranquilo, muy bonito. La gente ha salido a votar y estamos viviendo una fiesta hermosa”, comenta Gerardo. “No importa de qué partido político seamos: primero que todo somos amigos“.
En el caso de Claudio Salas, aunque el cansancio ya se hace evidente luego de una larga campaña, su cara refleja satisfacción y orgullo al ver a su hija luchar por su anhelo.
“Comentaba hace un momento con Gerardo, que somos amigos de toda la vida y nos sentimos felices, porque la gente está participando con mucha alegría”, dice Claudio. “Me siento muy orgulloso—cansado sí, porque nos ha tocado recorrer con mi hija los 12 cantones de Puntarenas—pero el cariño de la gente hacia mi hija, eso no lo olvidaré jamás. Independientemente del resultado, esas cosas uno las guarda en su corazón”.
En el Distrito Primero del cantón, Ciudad Puerto Cortés, los simpatizantes del Partido Liberación Nacional reciben a la candidata a diputada en segundo lugar por la provincia de Puntarenas, Sonia Rojas Méndez. Esta educadora oriunda de Buenos Aires y proveniente del territorio Bribri-Cabécar visita el cantón y lleva un mensaje de motivación a la dirigencia verde y blanca de este cantón.
A unas cuadras del lugar, en la centenaria Escuela Nieborowsky, segundo centro de votación más grande de Osa, dirigentes de casi todos los partidos políticos tratan de convencer a los votantes indecisos antes de su ingreso al recinto. Aquí está Lidiet Sequeira con el partido de sus amores, el Partido Acción Ciudadana (PAC); Roxana Caamaño, plenamente identificada con el candidato Rolando Araya; Donald Cortés y José Naranjo, luciendo sus camisetas en apoyo a Karol Salas de Palmar Norte; Jorge León y Isabel Cerdas están con el Partido Unidad Social Cristiana; Féliz Nájera en su buseta con votantes para Fabricio Alvarado; y Joseth Carrera, trabajando para Rodrigo Cháves. Todos tienen sus propios objetivos, pero se llevan con respeto y mucha armonía, compartiendo inclusive sus refrigerios o almuerzos.
Con la tarde envejeciendo y con el cierre de mesas aproximándose, la afluencia de la gente aumenta, y las filas para ingresar a esta escuela vuelven a crecer. Pero en medio de toda la gente, llama poderosamente la atención la llegada de un personaje. Todos los presentes se detienen para observar cómo esa bicicleta azul llega hasta la malla de la escuela; de ella baja un señor que pinta muchas canas, bien vestido con camisa a cuadros. Rodrigo Benavídes, uno de los votantes más longevos y consistentes de Osa, ha llegado para emitir su voto, como hace cada cuatro años en la Escuela Nieborowsky. Tiene 82 años y es vecino de Cortés desde hace 72, cuando llegó de Alajuela.
“Desde que cumplí los 18 años, siempre he votado. No he fallado ni una sola vez”, dice Rodrigo. “Mucha gente ignora el derecho sagrado que tenemos, porque piensan que la democracia es un juego y no es así. Todos tenemos la obligación de votar”.
La bicicleta ha sido el medio de transporte de Rodrigo desde que llegó a Puerto Cortés en 1950, cuando apenas lo habitaban unas cuantas familias y el banano empezaba a mover la economía de este lugar. Un Cortés que apenas llegaba a categoría de villa, luego de llamarse por muchos años el Pozo.
Así, en medio de muchos recuerdos y algo de nostalgia, don Rodrigo ingresa a la escuela para emitir su voto.
Una linda jornada electoral en el Cantón de Osa llega a su fin. A pesar de la pandemia, la alegría y el respeto han predominado en un domingo soleado. Las urnas cierren a las 6 en punto de la tarde y mientras muchos regresan a sus casas, otros inician el proceso de cierre y conteo de votos.
Con los resultados conocidos, y con las 61 juntas receptoras de votos escrutadas, se ven los resultados. Sonia, del PLN, ha quedado electa: la primera mujer indígena en llegar a la Asamblea. Karol, de Palmar Norte, no irá a la Asamblea, pues los votos recibidos por su partido en Puntarenas no le ganan un curul para la provincia. Para presidente, el ganador en Osa es Fabricio Alvarado, del partido conservador Nueva República, con un 27.95% de los votos fué el partido Nueva República. Liberación Nacional se queda con el segundo lugar con un 22,73% de apoyo, muy cerca del 20% logrado por el partido Progreso Social Democrático.
Pero en Osa como en muchos cantones del país, el ganador más grande es el abstencionismo. Aquí, llega al 52,46%. De los 24.398 electores inscritos, poco menos de 11.000 acuden al llamado.
¿Por qué la gente no salió a votar?
Para Ulises Ramírez, dirigente y asesor legislativo del PLN, el desencanto del oseño es notorio. La motivación para participar de estos procesos ha venido a la baja en cada elección.
“La gente se ha desencantado de la política y de los políticos y eso lo cobra con no ir a votar. Osa y la Zona Sur ha experimentado tiempos muy difíciles en los últimos años, con mucha pobreza, falta de oportunidades y desempleo, que ha generado una desconfianza en los políticos”, dice Ulises a Costa Ballena TV. Cuando le preguntamos por el impacto de los escándalos de presunta corrupción de los últimos meses, que han salpicado a altos dirigentes políticos del cantón, responde: “Claro que afecta y mucho, especialmente por tratarse del Partido Liberación Nacional, que generalmente ha ganado el cantón. Vea que en esta ocasión, Liberación no logró ganar el cantón [para presidente]. Probablemente mucha gente que iba a votar por este partido, prefirió mantenerse al margen y se quedaron en la casa. Esta es una realidad que no se puede ocultar”.
La desidia popular en Osa es el reflejo de la provincia de Puntarenas, que cierre con un 50.89% de abstencionismo, siendo la que ocupa el penoso primer lugar en este apartado. Es seguido de cerca por Limón con un 49.29% y Guanacaste con un 47.51% de abstencionismo.
Las provincias costeras de nuestro país son las más pobres, las de menos oportunidades y también las de menos participación ciudadana en las elecciones. Sin duda, un enorme reto para los próximos gobernantes será voltear su mirada a estas provincias y lograr encantar de nuevo a sus pobladores. Mientras tanto, las personas que mantienen su entusiasmo y energía a pesar de todos estos factores seguirán atentas, listas para el 2026.
“Es importante salir a votar”, dice Frankling, una de las personas que abrieron el día en la Escuela La Flor de Bahía, de Uvita. “Es vital para el destino del país”.
Los diputados de Costa Rica, parte 2: Entrar a los vestidores