Generalmente, al pensar en cualquier situación donde se necesita ayuda, las personas siempre preferiremos tener personas cercanas a nuestro círculo social, o con las que compartamos similitudes en el estilo de vida, lugar de residencia o pensamiento, para sentirnos más comprendidos.
Durante una emergencia, los psicólogos señalan a que el acompañamiento de los medios regionales es vital para una comunidad, pues aporta la dosis perfecta de humanismo y cercanía que la población necesita en momentos difíciles, para sentirse escuchada, para saber que el mensaje de sus necesidades o afectaciones está siendo comunicado a más personas fuera de sus territorios, para mantener viva la esperanza de que ahí afuera las personas se unan en un acto solidario para ayudarlos.
Es ahí donde los medios regionales toman importancia en la vida de las personas, en donde se puede entender el por qué cientos de periodistas, ya sean profesionales o empíricos, trabajan muchas veces ad honorem tratando de ser un puente entre las comunidades y sus necesidades y las personas que puedan ayudarlas.
Hoy en día, gracias a las colaboraciones entre medios regionales y algunos medios nacionales, el alcance que se puede obtener es algo nunca visto, y ahora los habitantes de las zonas con mayor incidencia por eventos climatológicos apoyan a su medio local, pues entienden que son vitales en el manejo de la información.
Cuando la información que recibe el resto del país proviene de medios locales liderados por personas de la localidad, se puede ver un sentimiento de cercanía y de apego por parte de la comunidad, pues ya no es el periodista de un medio que llegó al lugar cuando ocurrió un desastre para cumplir con una agenda informativa, sino que ahora es el vecino que vive la realidad, el día a día del lugar, que entiende los puntos débiles y las problemáticas del sector. Es un periodista que comprende que la información no son solo números o montos.
Este sentimiento de cercanía y de sentirse escuchados, les brinda a las personas que se ven afectadas por los distintos tipos de emergencias, una esperanza de que la ayuda pronto vendrá, de que el puente o camino pronto se reparará, de que todo volverá a la normalidad.
Para bien o para mal, cada vez son más medios regionales que se conforman en distintas partes del país, a menudo fundados por estudiantes de periodismo que se animan a generar contenido en la red social de preferencia y nido de estos medios: Facebook. Y aunque son pocos los que de verdad logran generar un impacto con sus publicaciones y su alcance, los que sí lo logran demuestran la importancia de que la información venga desde y por la comunidad.
Es importante que esta misión de generar contenido de calidad desde los distintos territorios sea un punto clave en las escuelas de periodismo del país, donde en algunas ocasiones se ven a los medios regionales como un espacio donde los estudiantes pueden cometer errores, ser creativos y demás, pero no toman en serio el valor psicológico, humano y social que representa el tener la posibilidad de exponer la realidad de los territorios.
Distintas instituciones de primera respuesta monitorean los medios regionales a lo largo y ancho del territorio nacional, ya que por medio de estos se pueden dar una idea de las afectaciones que están sucediendo en los territorios, además de entender la manera en la que las personas lo están sobrellevando, logrando obtener incluso imágenes y videos en tiempo real.
Entonces, ¿es un medio regional vital en una emergencia? Es un satélite en el territorio, es la voz de las comunidades y una puerta de soluciones, es ese afecto y cercanía a las personas vulnerables necesario en el ejercicio del periodismo. Son el ejemplo de lo que todo periodista anhela ser, un respiro de esperanza.
Nuestra edición de setiembre, «Infodemia«, se enfoca en el papel de los medios regionales y locales en la democracia en Costa Rica. Para nuestra edición de julio, «Tormentas maestras«, trabajamos con periodistas de medios locales que reportaron sobre soluciones generadas por sus comunidades rurales después de vivir emergencias.