Una oficina donde se procesan huellas dactilares. Una capacitación para administradores de puertos públicos. Una sala de reunión de un gobierno municipal.
A veces, el trabajo para hacer que Costa Rica sea un lugar más equitativo e inclusivo se lleva a cabo a nivel nacional, pero a veces se lleva a cabo a nivel de instituciones específicas y esfuerzos locales.
Dentro de los informes que las instituciones públicas entregaron a principios de año a la Comisionada Presidencial para Asuntos LGBTI destacan acciones que algunas entidades han llevado a cabo adaptadas a sus particularidades o, bien, dentro de iniciativas propias de funcionarios comprometidos con el proceso de capacitación y sensibilización. Muchas de estas acciones se llevan a cabo en el marco de la iniciativa Caminando Hacia la Igualdad, detallada en nuestro reportaje la semana pasada.
De igual forma, existen oficinas dentro de algunas municipalidades que se han identificado con las luchas por una mayor inclusión y por el respeto a la población LGBTIQ+, tal es el caso de los gobiernos locales de Goicoechea y de Heredia, donde con recursos y personal limitado se esfuerzan por generar, poco a poco, un cambio.
Policía trabaja por un respeto a lo interno y a la población trans
Ronald Pérez es policía desde hace 22 años. Cuando entró a la academia nunca ocultó que era gay y siempre ha vivido abiertamente su orientación sexual dentro del Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
Pérez asegura que durante todo ese tiempo ha recibido respeto por parte de sus compañeros, entre los cuales trata de abrir espacios de diálogo sobre los temas de respeto a la diversidad en el quehacer diario.
Este policía, quien labora en el Departamento de Huellas Dactilares del MSP, desde el 2014 trabaja en la Comisión Institucional LGBTIQ+ colaborando en las capacitaciones para sensibilizar a la policía sobre los derechos de esta comunidad, así como sobre el respeto a la población trans de San José.
Esta es una de las particularidades de este ministerio que lo diferencian de los demás y que lleva a adaptar la estrategia de capacitación.
“Hay un aspecto que es importante y distinto, el relacionamiento que tenemos con la población trans en el centro de San José, es una especificidad que se presenta en San José y un poco en Jacó”, explica el viceministro de Seguridad Pública, Eduardo Solano, quien coordina la comisión institucional LGBTIQ+ del MSP. “Existe una interacción siempre complicada y constante entre la población trans y la policía, ya que muchas veces son víctimas de discriminación, agresiones y de asaltos o en ocasiones ellas asaltaban a la gente”, afirma Solano al añadir que también se presentaban acciones donde la policía discriminaba a la población trans.
Junto con Transvida, el MSP capacita “a policías del centro sobre la sensibilización y el trato adecuado policial hacia la población trans en el centro San José. Comenzamos en 2019 trabajando esta sensibilización”, pero la pandemia vino a cambiar las dinámicas de circulación en San José, agregó Solano.
Esto ha impedido que el MSP conozca el impacto real de este trabajo de sensibilización, aunque el viceministro asegura que durante los dos últimos años no han registrado denuncias de Transvida sobre maltrato policial y esto puede ser una evidencia positiva.
La pandemia no sólo afectó este trabajo sino también la capacitación virtual de los elementos policiales, debido a su labor de campo. “Un policía no tiene una computadora o un teléfono asignado normalmente y sus labores están en la calle”, señala Solano.
“Habilitamos un laboratorio de cómputo en la academia policía para capacitarlos, ese era nuestro objetivo inicial, pero la pandemia nos cambió todo esto porque la recarga del trabajo de los policías se triplicó y, además, tenerlos en un laboratorio implicaba un aumento del riesgo”, añade.
En cuanto a funcionarios administrativos, la capacitación virtual no fue afectada, ya que ellos sí cuentan con computadora y ha sido posible coordinar el espacio para que tomen el curso, asevera Solano al precisar que en todo el MSP ya se han capacitado unas mil personas de las 18000 que conforman su planilla.
La estrategia en la que ahora está enfocado este ministerio apunta a la Academia Nacional de Policía con dos variantes de capacitación: la del personal nuevo, es decir, incluir en el Curso Básico Policial la capacitación en derechos humanos de la población LGBTIQ+.
La segunda variante tiene que ver con los cursos de ascenso que deben llevar los oficiales, para lo cual el ministerio está trabajando con el fin de incluir la sensibilización en el tema de diversidad en las capacitaciones para ascender de rango.
Así, Solano espera que, en unos cinco años, todo policía esté capacitado en el tema de derechos de la población LGBTIQ+ y en el tema de masculinidades sanas, ya que este es un elemento central no sólo para el trato a la población diversa sino para la atención de problemáticas como la violencia intrafamiliar.
“Sembrando una semillita”
El Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) es una de las entidades que reporta un gran avance en el cumplimiento de la sensibilización de sus funcionarios gracias a un grupo de personas que ha implementado talleres desde antes de que iniciara la estrategia Caminando Hacia la Igualdad.
En el 2017 se efectuó “una capacitación de tres días porque este un tema complejo, lleno de prejuicios” y en ella se buscaba explicar “que todos los seres humanos somos iguales y que independientemente del credo, raza, religión u orientación sexual, todos merecemos respeto”, recalca la coordinadora de la Comisión Institucional LGBTI de la entidad, Marcela Lizano.
Mediante películas, charlas y la interacción de las personas “ahí fuimos dejando la semillita”, asegura Lizano, quien destaca que la comisión está abocada ahora en lograr que el 100% de sus funcionarios realicen la capacitación virtual pues, hasta la fecha, esta ha sido completada por el 66% de sus 79 trabajadores.
Un importante logro fue la aprobación en Junta Directiva de un protocolo para presentar denuncias en caso de discriminación hacia personas LGBTIQ+, procedimiento que se enlazó a la Contraloría de Servicios y en el cual se detallan principios generales de respeto, así como sanciones en caso de discriminación.
No obstante, Lizano enfatiza que “lo más importante de todo esto es que nos enfocamos siempre en la sensibilización en el tema de derechos humanos” y, en este sentido, destaca que un buen indicador es que hasta la fecha no han recibido ninguna denuncia.
Otra institución que ha aplicado acciones adicionales para sensibilizar a sus funcionarios es el Ministerio de Planificación (Mideplan), que dentro de su plan de trabajo para el 2021 incluyó ocho talleres virtuales en temas como mitos y prejuicios asociados a orientación sexual y diversidad de género.
El rol del funcionario para garantizar servicios públicos inclusivos , la prevención de la violencia hacia poblaciones LGTBIQ+ en los servicios y el reconocimiento de identidad de las personas trans son otros de los temas, explicó la encargada de la Comisión Institucional LGBTIQ+, Maribell Chacón.
La conmemoración mediante afiches o infografías de hitos importantes como el primer aniversario de la entrada en vigencia del matrimonio igualitario en Costa Rica o la celebración del 17 de mayo, Día contra la Homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobia, son parte también de su trabajo de concientización constante.
El importante trabajo del gobierno local
Si bien la labor a nivel estatal es importante en la sensibilización de los funcionarios, existe un trabajo valioso, de hormiga, que realizan algunos gobiernos locales y que es fundamental para lograr el respeto de los derechos humanos de la población LGBTIQ+ y de otras poblaciones que sufren discriminación.
La concientización busca eliminar prejuicios que podrían impedir, por ejemplo, que un trabajador municipal brinde el correcto trato a un contribuyente sin importar su orientación sexual.
“Señora, que Dios la perdone por lo que usted está haciendo, está convirtiendo a nuestro hijos”. Con estas palabras se acercó una madre a Rocío Sánchez, jefa de la Oficina de la Diversidad de la Municipalidad de Goicoechea hace varios años durante una actividad celebrada para conmemorar el 17 de mayo.
“En un principio el tema de diversidad sexual no se podía conversar abiertamente, había resistencias, lo que evidenciaba la gran necesidad de trabajar el tema dentro de todos los otros grupos y poblaciones que trabajamos”, explica Sánchez, quien brinda atención psicológica en varios temas desde su oficina.
Cuando esta instancia comenzó a funcionar, las personas no se acercaban tanto porque “tenían el temor de ser etiquetadas, no porque fuera malo si no porque no querían revelar su orientación sexual, eso generaba cierta resistencia; sin embargo, ahora las personas se apropiaron de la oficina”, resalta Sánchez.
Durante los primeros años, Sánchez relata que se dio un movimiento que colocaba rótulos homofóbicos y lesbofóbicos en los postes alrededor del Comité Cantonal de Deportes. “Todos los lunes me iba a los alrededores del comité a quitar esos rótulos y a archivarlos, como antecedentes de ese odio”, afirma.
Esta psicóloga y una asistente son las únicas dos personas que integran la oficina, pero su éxito radica en que, al ser parte de la Dirección de Desarrollo Humano, se apoyan en otras oficinas como la de la Mujer y la del Adulto Mayor y también han recurrido a alianzas estratégicas con organizaciones civiles y públicas.
Asimismo, han realizado durante varios años foros interreligiosos para entender la importancia de la inclusión más allá de la religión. En ellos, han participado representantes de la iglesia luterana, la iglesia judía ortodoxa, musulmana, la iglesia angloamericana, evangélica y católica.
En el tema relacionado con la población LGBTIQ+, la oficina ha realizado campañas entre las que destaca una en la cual hicieron mupis con fotografías de profesionales como un abogado, una oficinista, un bombero o una ejecutiva que revelaban su orientación sexual diversa con el lema “Merezco respeto”.
Las reacciones ante las actividades organizadas por la oficina son cada vez de más apertura, recalca Sánchez a la vez que destaca el trabajo que han hecho con la regional San José Norte del MEP, con actividades como charlas, cineforos y obras de teatro en las que participan hasta 150 estudiantes de escuelas o colegios.
Los estudiantes “son muy respetuosos, sí hay resistencia de padres y madres de familia, docentes y administrativos pero no han sido obstáculo”, indica Sánchez, para quien sí es necesario visibilizar más el tema de los derechos de la población diversa para superar la resistencia en poblaciones mayores de 35 años.
La psicóloga, quien busca que otras municipalidades repliquen el trabajo que realizan, enfatiza entre los logros la aprobación de un reglamento interno contra la discriminación, así como la declaratoria de Goicoechea como un cantón libre de estigma y discriminación, con lo cual forma parte de los 48 cantones que se han sumado a esa declaratoria.
La Oficina de Igualdad y Equidad de Género de la Municipalidad de Heredia trabaja en la misión de crear políticas públicas que favorezcan los derechos de las poblaciones históricamente discriminadas, ahora con un enfoque de género, derechos humanos y diversidades.
Tratando de administrar lo mejor posible el presupuesto y el recurso humano, las seis personas que laboran en la oficina—que atienden numerosos temas además de diversidad—han luchado para que el plan de desarrollo municipal incluya acciones a favor de los derechos humanos de los colectivos LGBTIQ+.
Alrededor del 2010, con miras a crear la primera política de igualdad, se realizó un diagnóstico de brecha de género y se identificó que no había acciones dirigidas a la población LGTIQ+, explicó Estela Paguaga, encargada de la gestión social inclusiva de la oficina.
De acuerdo con Paguaga, una de las mayores necesidades que identificaron fue la de trabajar a nivel de familia, ya que “los familiares, más las mamás, hablaban de que no sabían cómo manejar, cómo apoyar o respaldar a sus hijos frente a la revelación en relación a su orientación de género o sexual”.
Por ello, la oficina abrió un grupo de terapia para dar acompañamiento a familiares de personas LGBTIQ+, con lo cual se reconocía “que el asunto está en el entorno, necesitamos entornos mucho más amorosos e inclusivos”. Sin embargo, la participación fue muy baja y el grupo se tuvo que cerrar.
La razón? Una explicación que manejan es el hecho de que Heredia es una provincia “sumamente conservadora, las familias se conocen”, entonces a veces por vergüenza no quieren hablar de esos temas con las personas del barrio. “Nos pasaba mucho en los grupos de apoyo de las mujeres” también, agrega Paguaga.
La oficina colocó dentro de la agenda el reconocimiento de los derechos de la población LGBTIQ+ en la política de género y para el 2013 “logramos la declaratoria del cantón como un lugar libre de todas formas de discriminación, por género, por etnia, por nacionalidad, religión, por nivel académico, etc.”, detalla.
La declaratoria la recuerdan todos los años en el perfil de la institución, en el marco de la celebración del 17 de mayo, como una forma de contribuir al “cambio a nivel cultural que hay que ir haciendo” y para el cual “la normativa sirve como un marco protector que nos permite hacer una reivindicación de derechos”, afirma.
Esta es una forma de visibilizar un tema del cual antes no se hablaba y que siempre ha existido en la provincia, recalcó Paguaga al enfatizar que incluir el tema en el Plan de Desarrollo Municipal, con el acuerdo del Concejo Municipal, ha garantizado que de 2010 a 2020 se contemple a la población diversa.
En la actualidad, la Oficina de Igualdad y Equidad de Género trabaja con procesos de capacitación y sensibilización internos, que se centran en el tema de derechos humanos, de que los principios de la institución tienen que ver con equidad y que el rol de un funcionario es un asunto de trabajo, no personal.
“Hemos tenido personas que en nuestra cara nos dicen ‘le pido a Dios que los descanse porque ustedes hacen cosas pecaminosas’, lo que nos muestra lo mucho que hay que caminar todavía”, señala Paguaga al precisar que de las 320 personas que trabajan en la Municipalidad sólo la tercera parte se ha capacitado.
“El proceso de capacitación que se requiere es muy desafiante, todos los años nosotros convocamos a capacitaciones en temas de derechos humanos de la diversidad” y ha habido muchas respuestas negativas, explica la encargada de la oficina, quien, no obstante, destaca que también han logrado sensibilizar a la gente.
Paguaga agrega que continuarán luchando para concientizar a los funcionarios de que deben cumplir su labor con respeto, que si “llega una persona trans a pagar impuestos yo le tengo que llamar por el nombre que me está dando, no por otro, no puedo hacerle miradas indiscretas ni burlarme”.