La población urbana costarricense ha pasado de un 34% en la década de 1960 a un 81% en el año 2021, Según datos del Banco Mundial. Al mirar esa curva de crecimiento es inevitable preguntarse ¿qué va a suceder en los próximos 10 años? ¿Llegará Costa Rica a tener a casi la totalidad de sus más de 5 millones de habitantes viviendo en las zonas urbanas del país?
Para los que ya vivimos en las ciudades, especialmente en las que se encuentran en la Gran Área Metropolitana, la respuesta parece ser un inevitable sí. La construcción de torres de vivienda y zonas residenciales no para, como quien anticipa una oleada.
Las consecuencias de este crecimiento acelerado, y en muchos casos desorganizado, no son secreto: el aumento en la densidad de zonas pobladas y construidas trae una gran presión sobre los recursos naturales, al mismo tiempo que elimina las zonas verdes originales, como el Bosque Húmedo Premontano que una vez reinó en gran parte del Valle Central.
Al final, como vemos en muchas áreas de nuestras grandes ciudades, lo que logra permanecer son cauces de grandes ríos que, luchan por ser franjas verdes entre el concreto. Sin embargo, estos han perdido la protección del bosque y están altamente contaminados.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Organizaciones de la sociedad civil, del sector público y privado, dicen que sólo hay una cosa que hacer: abrir camino para la recuperación, regeneración y revalorización de las zonas verdes de la ciudad desde el río hacia la ciudad.
Por eso, nuestra edición Desde el río hará lo mismo: presentar lo que estas diferentes agrupaciones han hecho para atender esta crisis en cantones de San José desde el río Torres y el María Aguilar.