Es una de las imágenes icónicas del turismo costarricense: un viajero feliz volando a través del dosel del bosque lluvioso en un zipline. Ya sea que estén practicando canyoning, rafting, tubing o descargando su adrenalina de otra manera, más del 61 % de los visitantes de Costa Rica informaron haber realizado una actividad de aventura durante su estadía, según un estudio de 2019 realizado por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
La aventura es una gran parte de cómo Costa Rica se promociona, pero esas fotos dramáticas a menudo muestran a turistas jóvenes y sin discapacidades.
¿Las aventuras de Costa Rica son accesibles para personas que no encajan en ese estereotipo, incluidos los adultos mayores y las personas con discapacidad?
Si.
Absolutamente.
La respuesta que recibió El Colectivo 506 de los experimentados guías turísticos Luis Diego Soto y Juvenal Acuña Sánchez, ambos integrantes de la Red Costarricense de Turismo Accesible, es directa y sencilla.
“Le digo a las personas, mi recomendación es que vengan a Costa Rica”, dice Luis Diego Soto, quien ha trabajado en el sector turístico durante 32 años. “Vengan, experimenten todo lo que es el país de una forma muy accesible”.
Tanto Luis Diego como Juvenal Acuña Sánchez, quien es guía turístico desde 1997, dicen que a pesar de la forma en que a veces se presenta el turismo de aventura, las experiencias más emocionantes de Costa Rica están abiertas para todos. Si bien los viajeros que necesitan alojamiento especial deben buscar proveedores de turismo calificados como estos miembros de la Red de Turismo Accesible, que tienen la experiencia y el equipo para brindar accesibilidad universal, Juvenal y Luis Diego enfatizan que la aventura le espera a cualquiera.
¿Su consejo más importante para cualquier viajero que busque aventuras? Sea honesto y directo sobre sus necesidades. Esto se aplica absolutamente a cualquiera, ya sea que tenga 10 o 100 años.
“Es importante que sepan que todo touroperador y agencia tiene sus waivers, son formularios de liberación de responsabilidad”, dice Juvenal. Agrega que estos formularios, que normalmente preguntan sobre cirugías, problemas cardíacos o presión arterial alta, no deben verse como una limitación, sino como una oportunidad para ser totalmente transparente sobre las necesidades que el turista tiene para que los proveedores puedan brindarle un mejor servicio. “Ellos tienen que llenar el formulario honestamente, porque si hay alguna mentira al respecto y pasa algo, se genera un gran problema”.
Y, por supuesto, al completar formularios como ese, pero también en cada etapa de la planificación de su viaje, es importante pensar en todas las otras necesidades que podrían no ser incluídas en una lista para selección. Por ejemplo, si está planeando una caminata, piense en la distancia que le gustaría caminar, cuándo le gustaría descansar, el nivel de dificultad que le gustaría ver, y comuníquelo por adelantado al proveedor del servicio para que su guía no se pase ni aún peor, subestime su capacidad.
Como señalamos en nuestra historia anterior sobre la Red de Turismo Accesible, la planificación y el equipo necesarios para hacer posibles algunas aventuras pueden ser enormes. Sin embargo, estas dos guías dicen que vale la pena el esfuerzo, sin duda, sin importar si un viajero necesite un dispositivo de transferencia de pacientes o una silla de ruedas anfibia, o simplemente una barandilla para agarrarse aquí y allá.
(Consejo profesional de Juvenal: si en el pasado ha encontrado beneficioso utilizar un bastón u otro tipo de apoyo para movilizarse, no los olvide en casa, porque en los bosques de Costa Rica, puede ser francamente peligroso agarrarse de una enredadera o la rama de un árbol sin saber qué sustancias, superficies y fauna podría contener.)
Viajes accesibles en Costa Rica: lo que los turistas (y los proveedores) deben saber
Las recompensas son inmensas.
“Historias bonitas hay muchísimas”, dice Juvenal. “Llevar a una persona con discapacidad motora que no puede caminar, meterla en el bosque, hacerla abrazar a un árbol y verlos llorar de la felicidad y el sentimiento, dicen que jamás en su vida pensaban poder acceder a un bosque”.
“La primera vez que una señora de España hizo canopy, cuando llegamos abajo la señora me abrazaba llorando porque ella nunca había podido sentir la libertad de no estar en una silla de ruedas”, dice Luis Diego. Agrega que hacer recorridos por el bosque con personas con discapacidad visual es otra experiencia maravillosa porque el paisaje sonoro es tan intenso que les permite crear una imagen en sus mentes. ““He tenido la oportunidad de personas con discapacidad visual decirme, ‘Qué lindo se ve todo’”.
Señala que un aspecto de la cultura costarricense que a veces se pasa por alto o se menosprecia, su gastronomía, a veces es otra estrella de un recorrido accesible. La comida une a todos y, a menudo, es uno de los recuerdos favoritos de sus visitantes.
Estos experimentados guías dicen que los años de adaptar recorridos para personas mayores con diversas necesidades y personas con discapacidades los ha cambiado, y deberían seguir cambiando su país.
“Hay muchas cosas que nos han costado pero a la vez, hemos ido superándolas”, dice Juvenal. “Necesitamos ayudarle también a los turoperadores y las agencias de viajes a entender que es un turismo muy importante”.
“Yo me he hecho más humilde, a veces me di cuenta que nos quejamos demasiado en nuestra vida cuando uno tiene todo”, continúa. “Es todo una escuela de vida. He aprendido a agradecer. Agradecer lo que tengo. Agradecer lo que hago, agradecer que gracias a mí mucha gente se enamora de este país”.
Agradecemos el apoyo de Travel with Ann Experiential para las notas para viajeros que forman parte de nuestra edición de enero y febrero. Ann Becker ha sido emprendedora a lo largo de su carrera. Con más de tres décadas de experiencia en gestión de reuniones/eventos y consultoría estratégica, combinada con una pasión por viajar arraigada en encuentros humanos profundos y mutuamente beneficiosos, en 2005 comenzó Travel with Ann Costa Rica. Durante 15 años creó y lideró más de 40 viajes vivenciales en grupos pequeños en Costa Rica, países vecinos, y Chile. Hoy, a través de Travel with Ann Experiential, Ann se dedica a apoyar y fortalecer las pequeñas empresas de viajes responsables, las organizaciones sin fines de lucro, y los líderes de la industria al forjar conexiones estratégicas; aportar nuevas perspectivas; involucrar y elevar diversas voces; y fortalecer la capacidad organizativa.