El chasquido de la cinta en la línea de meta. Ese diminuto silencio antes del lanzamiento final, cuando la pelota, la bicicleta, la tabla, todo un ser humano sigue en el aire. Todos sabemos cómo suena el triunfo. Todos sabemos que el triunfo sigue a la tenacidad.
Un rostro sombrío en un entrenamiento antes del amanecer. Una muñeca que desliza el sudor hacia un lado. Una mandíbula apretada por el dolor de una herida. Así se ve un atleta tenaz. Pero, ¿quién más tiene que esforzarse?
¿Quiénes son los tenaces que pasan desapercibidos? Madres y padres, por supuesto. Algunos entrenadores. Pero también la persona que movió contactos para conseguir un espacio de entrenamiento. Quien presentó impuestos para una pequeña asociación de un nuevo deporte. Quién tomó una decisión en lo profundo de una oficina de gobierno que, un día, dejaría volar a un joven por encima de las olas o la pista. Ellos también son tenaces. Ellos también hacen un esfuerzo.
Me encontré con uno de ellos en la cola de una media maratón, entre los vasos de agua desechados y los policías de tránsito impacientes. Para él, tenaz significaba no variar nunca su ritmo lento, mucho más lento de lo que él mismo corría. Significaba no abandonar nunca a los corredores más lentos del día mientras gemían por las calles. Nos guió hasta la línea de meta, a pesar de que nunca nos había conocido.
Los últimos en terminar necesitan un apoyo feroz. También lo hacen las más grandes, las leyendas. Este mes, buscamos a los tenaces, que nunca cedieron para que la grandeza se disparara.
Texto de Katherine Stanley Obando, inspirado en los miembros de CorRAmos, un club de corredores en Río Azúl, que van empujando al final de una carrera —y también en los demás individuos, clubes, asociaciones y federaciones que se presentarán en El Colectivo 506 este mes. Nuestra columna semanal Media Naranja cuenta breves historias de amor con un toque costarricense. Durante nuestra edición de noviembre, “Tenacious”, se enfocarán en cómo los deportes y atletas costarricenses no tradicionales emergen de las sombras.
