Playas del Pacífico y del Caribe, bosques desde tropical lluviosos a secos, sitios arqueológicos, ciudades… Costa Rica lo ofrece todo, menos la nieve, en un territorio pequeño que podría mal interpretarse como que todo está cerca. Entonces, decidir cuánto tiempo pasar en el país y cuántos lugares visitar durante esa estadía puede ser muy complicado.
“Tiempo mínimo [en Costa Rica]? Es relativo”, dice Federico Solano, Director de Mercadeo de Horizontes Nature Tours. “Pero venir por menos de una semana a Costa Rica, no tiene sentido”.
Ahora, decidir qué hacer con esa semana, o cualquiera que sea el tiempo que le puede dedicar a su viaje, también es relativo, pero podemos decirle que en El Colectivo 506 creemos que para definir la cantidad de destinos, menos es más. Pero cuando se trata de sumergirse en esos lugares y experiencias, lo mejor es darlo todo.
Conversamos con Federico y con una patrocinadora de nuestra sección de Viajes, Ann Becker de Travel with Ann Experiential. Estas dos personas tienen mucha experiencia en el diseño y desarrollo de tours por Costa Rica, sobre esta y otras preguntas clave. A continuación, sus consejos.
¿Cuántos destinos incluir en su viaje que le permitan realmente conocer Costa Rica? Y ¿cuánto tiempo en cada destino?
La decisión de cuántos y cuáles lugares visitar en Costa Rica puede ser difícil, especialmente si su viaje incluye a muchas personas y generaciones. Además, desde el 2020 se ha complicado más al incluir el elemento pandemia.
“Las tendencias van cambiando”, dice Federico. “Lo que hemos visto es que las personas, puede ser por la pandemia, no quieren hacer demasiadas paradas entonces prefieren dedicarle tres o cuatro noches a tres destinos diferentes icónicos, y también están buscando destinos menos populares, menos visitados, más solos y más seguros”.
“Yo generalmente le recomiendo a los futuros viajeros que elijan dos o tres destinos máximo”, dice Ann coincidiendo con Federico.
Además coinciden en que la recomendación es dedicarle al menos dos noches a cada destino. Ann agrega que para un destino como la Península de Osa, es mejor separar unas cuatro noches. Pero agregan que para poder decir que le dieron una probadita al lugar lo importante es la manera en que se aprovecha ese tiempo.
“Futuros viajeros que priorizan las oportunidades para involucrarse con las personas locales, en estadías cortas en casas, comiendo en una soda y conversando con los dueños sobre su pequeño negocio y el origen de la comida que preparan, motivando a sus guías y choferes a conversar sobres sus experiencias creciendo en Costa Rica, pueden empezar a conocer Costa Rica en un periodo de tiempo relativamente pequeño”, dice Ann.
“Hemos tenido gente que se ha ido de voluntaria por 15 días, hasta un mes, a una comunidad, pero yo creo que si la historia que está contando la familia [anfitriona] o la persona [que da el tour] es real es auténtica, hasta con una visita de medio día me puedo llevar un buen sabor de lo que está pasando ahí”, dice Federico.
¿Qué hacer con el tiempo reservado para cada destino?
Entonces, ya eligió sus destinos, planeó la cantidad de noches en cada uno, está eligiendo los tours. ¿Cuántos y qué tipo de actividades debería comprimir en ese tiempo?
Ann y Federico concuerdan en que más que elegir muchas actividades, lo importante es elegir las correctas, sobre todo aquellas donde usted y los anfitriones puedan interactuar.
“Deje suficiente tiempo libre en su itinerario”, recomienda Ann. Para ella, ese tiempo libre debe dedicarse justamente a conversar e interactuar con locales. “Estas conversaciones pueden ser profundas, inclusive de esas que cambian la vida, y necesitan reflexión”.
Ann también recomienda ser flexible durante el viaje para aprovechar sorpresas e improvisaciones.
“Dejar espacio para improvisar significa ser capaz de aprovechar los momentos espontáneos que pueden hacer que un viaje sea inolvidable. Puede ser que el chofer pare el bus para que el grupo pueda tener un vistazo a un majestuoso Zopilote Rey perchado en una cerca al lado de la calle, o el guía que ofrece pasar por su casa para tomar un café en la tarde, o parar en el bar que ofrece los mejores patacones con una cerveza. Uno recuerda la espontaneidad de momentos como estos y las personas que lo hicieron posible”.
¿Por qué sacar el tiempo para interactuar con las comunidades en lugar de visitar muchos lugares?
“Porque esto trae experiencias que cambian la vida”, dice Federico. “Al ver realidades diferentes a las suyas, pero de gente tan feliz, tan trabajadora, tan empunchada, tan motivada. Eso realmente es un factor que mueve a los turistas, los hace sentirse agradecidos, les abre el corazón y las ganas de compartir”.
“El turista sale ganando”, reafirma Federico. “El turista cada vez más está buscando lo auténtico, está buscando lo real, está buscando como cambiar el mundo de manera positiva—el meaningful travel o el viaje con propósito. Además de disfrutar—porque por eso viajan—quieren que el viaje realmente genere un cambio, entonces lo logran con el turismo comunitario, con las visitas a las comunidades, pero sobre todo a las personas, a las familias, a sus realidades”.
Ann tiene una lista enorme de beneficios que compartir:
- Redefinir qué es comodidad/lujo: ¿qué es mejor que ser recibido y atendido en la casa de alguien o en su restaurante local?
- El sabor incomparable de alimentos frescos cocinados en casa, con ingredientes cultivados en la propiedad o comprados a proveedores locales.
- La oportunidad de compartir historias de formas creativas que a menudo trascienden el hablar el mismo idioma.
- Llegar a comprender y apreciar mejor el papel de la naturaleza en la historia, las tradiciones y la vida cotidiana de la comunidad.
- Una manera clara de ver el impacto económico positivo de sus elecciones de viaje.
- Entender y apreciar que viajar con intención puede tener impactos positivos duraderos para los anfitriones y las comunidades locales, los visitantes y el planeta.
- Compartir las experiencias en nuestra casa y comunidad e inspirar a otros a pensar de manera similar sobre su futuro viaje.
Agradecemos el apoyo de Travel with Ann Experiential para las notas para viajeros que forman parte de nuestra edición de enero, «Herramientas 2022». Ann Becker ha sido emprendedora a lo largo de su carrera. Con más de tres décadas de experiencia en gestión de reuniones/eventos y consultoría estratégica, combinada con una pasión por viajar arraigada en encuentros humanos profundos y mutuamente beneficiosos, en 2005 comenzó Travel with Ann Costa Rica. Durante 15 años creó y lideró más de 40 viajes vivenciales en grupos pequeños en Costa Rica, países vecinos, y Chile. Hoy, a través de Travel with Ann Experiential, Ann se dedica a apoyar y fortalecer las pequeñas empresas de viajes responsables, las organizaciones sin fines de lucro, y los líderes de la industria al forjar conexiones estratégicas; aportar nuevas perspectivas; involucrar y elevar diversas voces; y fortalecer la capacidad organizativa.