Todo comienza con una cuidadosa revisión para asegurarse de tener a mano los ingredientes correctos. Luego, las familias se reúnen para armar una línea de producción que solo responde al llamado del Tamal. Muchas historias, risas y buena comida entretendrán a los trabajadores, cuya única motivación es el sabor único de ese delicioso platillo que solo ocurre en diciembre y solo esa receta familiar secreta puede dar vida. Luego, los tamales se dividen entre los miembros de la familia y se regalan a los amigos que esperan ese manjar cada año.
Este pequeño ensayo fotográfico muestra todos los pasos de la preparación de los tamales en la casa Ramos Cordero, donde la fotógrafa ha disfrutado muchas navidades del proceso pero sobre todo de los mejores tamales de Costa Rica (¡según la fotógrafa por supuesto!). Reproducimos este ensayo en honor a Manuel Antonio Ramos, que siempre se aseguró su familia pudiera disfrutar de la receta de tamales de su mamá, perfeccionada por su esposa y ejecutada por sus hijas, nietas y nietos (y sobrinas).
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Una versión anterior de este artículo se publicó en Nature Landings, la revista a bordo de Nature Air.