“Crecí como si nada, mis papás me educaron con una mentalidad de que no tenía nada”, cuenta Camilla Haase, nadadora paralímpica que ha representado a Costa Rica en Río 2016 y Tokio 2020. “Aprendí a hacer cualquier cosa a mi manera, a adaptarla a mi manera”.
Los deportes competitivos que practican las personas con alguna discapacidad son básicamente eso: el mismo nivel de exigencia, de rigurosidad y competitividad, pero adaptado a una condición particular de la discapacidad que presentan los atletas, que puede ser desde ajustes a sus reglas hasta los instrumentos que se pueden incorporar en el deporte.
“A los 6 meses [del accidente] empecé con mi primer deporte adaptado que fue el baloncesto”, cuenta José Pablo Gil, un tenista paralímpico que debido a una lesión medular sufrida en un accidente de tránsito a sus 21 años, no puede mover sus piernas.
José Pablo ya era un tenista convencional consolidado, raqueta #1 de Costa Rica en varias ocasiones, pero le tomó 9 meses volver a tomar una raqueta después de su accidente: “Fue de las peores sensaciones”.
“No sabía que existía el deporte paralímpico”, dice José Pablo, quien gracias al seguimiento de la Federación de Tenis, a los 11 meses de su accidente pudo empezar a entrenar en una silla de ruedas para tenis adaptado. “Las mismas personas con discapacidad no lo saben. Ellos están en ese mundo y ni siquiera conocen que hay oportunidades”.
José Pablo vivió un difícil proceso de adaptación a su nueva forma de funcionar, a diferencia de Camila quien desde bebé aprendió a vivir sin su antebrazo y mano izquierda.
“Me di cuenta lo difícil, lo mal que está Costa Rica, lo mal que está la educación de las personas hacia las personas con discapacidad, lo poco que se habla en las escuelas, en los colegios”, dice José Pablo. “Es complicado: las aceras, las calles, el respeto que tienen las personas para nosotros. Muchos queremos salir adelante y muchos no pueden porque no nos dejan”.
La determinación de José Pablo lo llevó a ganar su primer torneo profesional como para tenista en el 2017.
La determinación de Camila la llevó a entrenar y participar en competencias de natación convencional desde que tenía 3 años, y únicamente empezó a participar en competencias Paralímpicas cuando a sus 15 años diferentes entrenadores le hicieron la sugerencia. Un año después se convirtió en la primera mujer en representar a Costa Rica en una competencia Paralímpica.
“Es todo lo contrario”, dice Camila sobre el mito de que los deportes paralímpicos son menos exigentes. “Es la misma determinación, el mismo esfuerzo, la misma pasión. Ganamos las mismas medallas, subimos en ranking”.
“No hay diferencia entre un atleta convencional y uno paratleta”, dice Jose Pablo. “Yo sé lo difícil que es el deporte convencional. Yo respeto demasiado a todos los atletas de Costa Rica porque yo viví las dos realidades, y si lo ven por ahí, las últimas Olimpiadas es algo bastante claro: recibimos mucho menos recurso, tenemos menos visibilidad y damos más resultados”.
Según explica Andrés Carvajal, presidente del Comité Paralímpico Nacional y la Federación de Para Deportes Costa Rica, las competencias de para deporte y paralímpicas deben verse como una categoría más, al igual que no se pone a competir un equipo sub-20 con selecciones mayores, los para deportistas no competirán con deportistas convencionales, pero viven las mismas exigencias.
Deporte adaptado, para deporte y Costa Rica
No es sino hasta el 5 de noviembre del 2019 que las leyes costarricenses finalmente reconocen y apoyan los deportes y la recreación pensada para las personas con discapacidad. Eso ocurrió a través de la “Reformas para la inclusión al deporte y la recreación de las personas con discapacidad” de la Ley 7800, “Creación del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación y del Régimen Jurídico de la Educación Física, el Deporte y la Recreación”.
Sin embargo, la Encuesta Nacional sobre Discapacidad del INEC-CONAPDIS señalan que el 18.2% de las personas mayores de 18 años en Costa Rica presentan alguna discapacidad, y 14.4% de los costarricenses tienen una discapacidad severa que puede generar alguna dependencia.
Para Andrés, quien además de dirigir el Comité Paralímpico y la Federación de Para Deportes es terapeuta físico, los para deportes son una oportunidad de generar capacidades e independencia en las personas con discapacidad.
Él ha trabajado en el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE) y en el Hospital del Trauma del Instituto Nacional de Seguros (INS), donde ha colaborado para generar programas de para deportes, y agrega que las discapacidades adquiridas en Costa Rica aumentan diariamente, debido a los accidentes de tránsito y laborales.
Según Andrés, desde que una persona está en el hospital por un accidente que ocasiona una discapacidad, se le debe abordar para que empiece a practicar deportes adaptados que le permitan mejorar su manera de funcionar y su independencia. Sin embargo, este abordaje no existe en todos los centros hospitalarios del país y existe otro agente que influye cuando un paciente sale del entorno hospitalario que sí lo ofrece, como el CENARE o el Hospital del Trauma.
“Esa persona que nace o adquiere una discapacidad está en una comunidad, está en un cantón, entonces ¿quién es el otro agente? los Comités Cantonales de Deporte y Recreación”, dice. “Hay un vacío, el deporte es para todos, no sólo para los juegos nacionales, para las amas de casa o las personas mayores”.
“Estamos hablando de que empezamos a fortalecer desde CENARE y desde el Hospital del Trauma estos procesos de iniciación, y luego ¿qué pasaba? Esa persona decía, ‘Yo salgo la otra semana’, y [le preguntamos] ‘¿a dónde vive usted?’ ‘Allá en los chiles’. Diay, ya lo perdíamos completamente porque no tenemos ese brazo que estuviera haciendo una réplica de lo que estamos haciendo [en los hospitales]”, agrega Andrés. “Aquí nace el tema de involucrar a los comités cantonales, porque por ley, por obligación y por derecho tienen que generar este tipo de espacio. Al día de hoy hay 83 cantones en el país, la pregunta será, ¿los 83 tienen conocimiento de eso? No todos”.
Uno de los cantones que sí ha generado ese espacio es el cantón de Paraíso de Cartago. Desde setiembre de este año, el CCDR de Paraíso aprobó presupuesto para que Erick “Chan” Quirós Brenes lidere un equipo de paratletas por cuatro meses. Sin embargo, el trabajo de Erick inició en el 2015.
Erick es educador físico del Liceo de Paraíso y Liceo León Vargas en Juan Viñas y además conformó y entrenó el equipo de atletismo del CCDR de Paraíso desde el 2014. En el 2020 renunció a esa posición para dedicarse completamente a entrenar a los para atletas que ya desde el 2015 integraban el programa de atletismo convencional de su cantón.
El equipo que ahora oficialmente entrena Erick cuenta con 15 atletas “y [el número] tiende a subir”, dice. Los atletas que conforman el equipo presentan discapacidades visuales, intelectuales y parálisis cerebral (PC). Por ejemplo, uno de los atletas es un niño de 7 años que es ciego en un 97%.
Aunque Erick está entrenando a sus atletas para que eventualmente puedan competir y representar a su cantón en competencias de para deportes o en Olimpiadas Especiales, pero sabe que el trabajo tiene un impacto mayor.
“Los estamos trabajando para que sean funcionales, se manejen bien”, dice Erick, “y que luego el deporte lo tomen como un estilo de vida y sea motivación para seguir adelante”.
Cinco de los atletas del equipo están esperando por su clasificación funcional, es decir, serán examinados en diferentes aspectos físicos y emocionales para determinar y oficializar en qué categoría de los para deportes y Paralimpiadas pueden competir. Este tipo de clasificación es la que permite homologar los atletas según sus discapacidades para que compitan en igualdad de condiciones.
Uno de ellos, Jean Carlo Vasquez, tiene 17 años y es vecino de Laguna en Paraíso de Cartago. Jean Carlo tiene una discapacidad visual y espera obtener la clasificación funcional T13. Su entrenamiento se concentra en las competencias de los 100 m y 200 m planos. Según Erick, los tiempos de Jean Carlo, sin tener la clasificación funcional, ya lo ponen en el lugar #14 de América en la categoría T13, por lo que espera que una vez que pueda competir oficialmente podrá clasificar para las Para Olimpiadas París 2024.
“Hacemos separación de a quienes le damos el entrenamiento más de rendimiento o más deportivo”, explica Erick, ya que todos los participantes del programa no están ahí para ser atletas de alto rendimiento como Jean Carlo. Muchos lo hacen por los beneficios físicos y emocionales. Además, otros atletas sólo buscan participar en Olimpiadas Especiales.
El apoyo oficial que han recibido Erick y su equipo de paratletas de parte del CCDR de Paraíso es reciente, y además finito, ya que en el 2022 debe realizarse una nueva contratación.
“Esto se ha venido trabajando a honorem desde hace ratillo, por ellos”, dice Erick. “Es hasta el 2021 que nos abrieron la puerta, y aunque no me contraten a mi [en el 2022] lo importante es que no caiga el proyecto y siga creciendo”.
Erick espera que cuando las escuelas y colegios del cantón regresen a la normalidad, puedan encontrar más estudiantes con discapacidad que quieran integrar el equipo.
La actitud de Erick y de los dirigentes de su comunidad, no es la norma.
“Es falta de moverse un poco y de interés”, dice Erick sobre por qué no hay más programas como el suyo en las otras 82 municipalidades del país. “Cada municipalidad tiene su despacho o departamento para apoyar a la gente con discapacidad, pero si nadie lo promueve o si no llevan el proyecto, nadie se mueve”.
“Yo como docente lo quise presentar, saqué cursos de la Federación de Para Deportes, en el MEP [Ministerio de Educación Pública], y dije estoy listo, vamos a intentarlo”.
Deporte Paralímpico y Costa Rica
La significativa contratación de Erick en Paraíso de Cartago coincidió con otro hito del deporte en Costa Rica. Sherman Güity Güity, un paravelocista de Limón, se convierte en la primera persona en ganar oro y plata en unas Paralimpiadas.
Sherman entrenó para competir y ganar los 200m planos, y ahí logró la plata. Pero luego sorprendió a Costa Rica con una medalla de oro en los 100m planos, donde la competencia era mucho más difícil porque habían unificado categorías y eso le ponía en desventaja.
“El ser humano puede ser tan capaz”, dice Andrés al contar cómo Sherman sorprendió a su mismo equipo de apoyo.
De igual forma, las redes sociales y medios de comunicación se vieron llenas de fotografías e historias sobre Sherman los días que siguieron a sus logros. Hoy Sherman está recorriendo Costa Rica en una caravana como un héroe, visitando e inspirando comunidades en todo el país. Es, sin lugar a duda, la exposición más grande que un paratleta ha recibido en Costa Rica.
La historia de Sherman es hoy muy conocida. En el 2017 sufrió un accidente en su motocicleta que resultó en una amputación de su pierna izquierda por debajo de la rodilla. Sherman ya era un velocista consolidado con aspiraciones olímpicas, por lo que el mismo día en que sufre el accidente toma la decisión de convertirse en “el mejor paralímpico” de Costa Rica.
“Desde el momento que a Sherman le sucedió [el accidente] sabíamos que íbamos a tener un potencial atleta que llegara a ganar una medalla olímpica”, dice Andrés del Comité Paralímpico, y quien ha sido parte del proceso del atleta desde el momento cero. “La fase de duelo y aceptación la hizo en horas, y esas horas nos llevó a empezar a buscar una estrategia”.
“Sherman hace cosas que uno no se explica”, agrega. “Podría llegar a hacer tiempos convencionales”.
En casos como el de Sherman o el de Jose Pablo que ya eran atletas convencionales consolidados, las organizaciones deportivas les presentaron la posibilidad de continuar su carrera en otra categoría, como paratletas, pero no se trata de esperar a que estos accidentes ocurran en personas con experiencia para que Costa Rica pueda aspirar por más preseas Paralímpicas.
“El para deporte aquí en el país, ha ido creciendo poco a poco”, dice Camila, “A Río [2016] fuimos sólo tres atletas, ahorita [a Tokio 2020] fuimos nueve”.
Andrés explica que el trabajo de todas las entidades que están involucradas en el deporte nacional es crear espacios y oportunidades para que las personas con discapacidad también puedan aspirar a ser y desarrollarse como atletas.
“Es un derecho, así como yo puedo llegar a un comité cantonal y decir me quiero inscribir a este programa, por qué una persona con discapacidad no lo puede hacer”, dice Andrés. “Al final la discapacidad no es de la persona, es del entorno”.
También debe existir un cambio en la percepción del público en general y de las familias de personas con discapacidad sobre lo que significa ser un atleta Paralímpico.
“Por algo los Juegos Paralímpicos les llaman el evento de los super humanos”, dice Erick. “Si con todas tus habilidades al 100% son difíciles [esos deportes], ahora con una condición distinta es algo que no cualquier haría, jamás va a ser más fácil esto. Pero ellos [los paratletas] no lo piensan dos veces, aunque les cueste siempre van de frente”.
Lo que sigue para los para deportes en Costa Rica
Al cierre de la entrevista con El Colectivo 506, Erick quiso expresar su agradecimiento al CCDR de Paraíso y Ultra Gym, un gimnasio de la comunidad que presta el espacio para que los paratletas realicen acondicionamiento físico.
“Son los únicos entes que han creído”, dice Erick. “Ojalá se pudiera incentivar para que en cada cantón hayan para deportes”.
Erick sabe que el camino para lograr lo que ocurre en Paraíso es largo, y que además, a su equipo le queda mucho camino por recorrer. Lo ha visto como educador, cuando las mismas instituciones piensan que protegen a los estudiantes con discapacidad al no incluirlos en la práctica de los deportes.
“Está costando la inclusión”, dice Erick. “Es más fácil dejar al chiquillo ciego sentado que ponerlo a jugar fútbol”.
Jose Pablo hace eco de los comentarios de Erick.
“Tengo un proyecto, Tenis Sobre Ruedas Costa Rica, y ha costado bastante que lo tomen en serio. Poco a poco va ganando respeto, pero ha costado muchísimo. Me ha tocado a mí dar resultados para que se entienda que es importante”.
Tenis Sobre Ruedas CR enseña y entrena a más de 10 para tenistas, incluído un niño de 6 años.
Según Andrés, el trabajo de inclusión no sólo debe ocurrir en los Comités Cantonales de Deporte y Recreación, sino también en las federaciones de los diferentes deportes que existen en Costa Rica, quienes deben mirar a los deportes paralímpicos como una categoría más que pueden desarrollar dentro de su estructura.
“A nivel mediático lo importante es que más personas con discapacidad se dan cuenta que existe esto”, dice Andrés sobre el interés generado por las medallas Paralímpicas, “y que se enteren las federaciones y digan, ‘A la pucha y ¿aquí también se trabajará con discapacidad?’, porque nunca se han preguntado eso”.
“También hay que ir rompiendo esos paradigmas a nivel de familia”, agrega Andrés. “Por una falta de información sobreprotegen al hijo. Esa persona puede ser funcional e independiente, y lo puede lograr a través del deporte”.
El trabajo del joven Comité Paralímpico Nacional es ahora crear las estructuras y los espacios para que más atletas puedan lograr lo que Sherman logró. Andrés menciona que los logros de otros paratletas en Tokio 2020—como Andrés Molina quien quedó quinto en su categoría de Para-Taekwondo y Diego Quesada quien fue descalificado por tan sólo 3 puntos por quien resultó ganar oro en para tiro con arco—se los demanda. Además, hay que apoyar a los otros paratletas como Jose Pablo y Camila, que siguen preparándose y dando resultados.
Y aunque la ley les asigna recursos para lograr eso, aún ni siquiera cuentan con una oficina donde trabajar.
“La ley viene con recursos, pero jamás imaginamos que los procedimientos y trámites iban a ser de meses”, explica Andrés sobre lo que deben hacer para recibir el 0,2% asignado para el deporte adaptado y los atletas con discapacidad del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF). “Trabajamos con una institución que no entiende el deporte. Nosotros funcionamos por ciclos. No puedo decirle a un atleta que entrenó, ‘Siga dándole y ahí llegará la plata para ver a dónde podemos llevarlo a competir’. Esos son pleitos extradeportivos. Nosotros necesitamos soluciones más eficientes para que los recursos lleguen”.
“Yo siento que si va ha haber un cambio. Creo que los atletas estamos exigiendo ese cambio. Pasó en judo, pasó con [Kenneth] Tencio», dice Jose Pablo, haciendo referencia al ciclista Olímpico de BMX freestyle. “Está pasando con el surf. De verdad que se vienen bastantes movimientos fuera de los tradiciones que están dando resultados y están teniendo una voz”.
“Es una lucha que tiene todo el deporte aquí en el país en general, contra el fútbol, para hacerse ver, para hacerse notar, que saque esas noticias de uno”, dice Camila. “Ahorita, en lo personal, con las medallas de Sherman, supongo que nos subieron un poquito el nivel”.
“El impulso del deporte lo dieron desde los eventos convencionales, cuando deportes no tradicionales empezaron a llenar de ilusión a los ticos, como el surf, como el BMX, y luego viene la participación de para deportes”, dice Erick. “Fue un impulso bonito, desde la parte convencional que catapultó esa llama deportiva, y luego vino lo de Sherman y eso ayudó bastante”.