El Sistema de Alerta Temprano de Sarapiquí ha sido un piloto para regiones en el resto de Costa Rica, como detalló Alfonso Gatgens en su reportaje ayer. Sin embargo, las inundaciones ocurridas a finales de julio del 2021 revelaban un nuevo reto para el sistema. A continuación su visión de lo ocurrido en los últimos días:
Unos días después de finalizar la investigación para realizar mi reportaje sobre el Sistema de Alerta Temprano en Sarapiquí, que tomó cerca de un mes, se presentó un fenómeno climático extremo que afectó a 14 cantones, todos de la Zona Norte y Caribe.
El día miércoles 21 de Julio, este fenómeno se intensificó, golpeando durante la tarde a Turrialba. Las imágenes que corrían en redes sociales eran impactantes, mostrando como la naturaleza había sido implacable en este lugar.
Durante la tarde de ese miércoles, Las lluvias en el cantón de Sarapiquí también fueron fuertes.
La coordinación de la Comisión Municipal de Emergencias, con las comunidades organizadas ya era un hecho, los avisos por posibles inundaciones estaban dadas y el el clima también daba sus primeros avisos.
A eso de las 10 pm de ese miércoles 21 de julio, me dirigí de Horquetas donde resido, a Puerto Viejo, cabecera del cantón de Sarapiquí, donde se estaban dando las primeras emergencias, la Cruz Roja y Bomberos estaban salvando la vida de familias en comunidades como barrio Carretones y Naranjal 1.
En el caso de Naranjal 1, unas 20 familias fueron rescatadas, el agua ya inundaba las calles y las casas.
El Sistema de Alerta Temprano (SAT) se activó en las diferentes comunidades, ya sea vía radio de comunicación o utilizando la opción de WhatsApp para las alertas. Pero ya en el campo palpamos y recogimos la queja recurrente de los miembros de los Comités Comunales de Emergencia, bomberos y Cruz Roja. Desde horas tempranas se había advertido a las comunidades que salieran de sus casa a lugares seguros, no salieron hasta que se vieron ya inundados.
A partir de las 10 de la noche las emergencias por inundaciones empezaron a llegar en grandes cantidades a los cuerpos de socorro, con un escaso, pero laborioso personal, estuvieron «sacando» personas de sus viviendas, con balsas cedidas por empresas privadas, que también se pusieron a trabajar, hasta altas horas de la madrugada del jueves.
La emergencia estaba por comenzar, las lluvias no dieron treguas durante 3 días. Mis planes de volver a casa después de reportar lo sucedido la noche del miércoles y madrugada del jueves, se vieron truncadas porque el agua tapó la ruta 4, principal carretera del cantón de Sarapiquí, mi primera madrugada después del trabajo, la dormí en mi carro, frente al Comité de la Cruz Roja de Puerto Viejo de Sarapiquí.
El sábado por la mañana las aguas empezaban a bajar y algunos rayos de sol por fin se asomaban. Ese día pensé en regresar a mi casa, pero la emergencia no había terminado.
En Puerto Viejo tuvieron que desalojar la clínica que se había inundado.
Los botes con voluntarios y socorristas recorrían el frente del Banco Nacional, para ir a sacar personas de barrios cercanos y ponerlos a salvo.
Los diferentes albergues en el cantón de Sarapiquí, albergaron a más de 1600 personas.
La información que empezó a llegar de lugares fronterizos fue por medio de redes sociales, por medio de videos, que documentan que comunidades como Tambor, Remolinito, San Antonio, Cureña y Cureñita, entre otros, estaban bajo el agua, solo los techos de las casas se miraban.
Para el día domingo registramos la primera persona fallecida por las inundaciones, en la comunidad de Caño San José. Un adulto mayor que salió en bote a rescatar su ganado y no volvió a su casa. Ese domingo fue encontrado sin vida dentro de una finca.
Muchas de estas comunidades, cuando ya las aguas empezaban a ceder, empezaron a reclamar por la falta de asistencia con alimentos y agua de la CME.Incluso grupos organizados de la sociedad civil, que llegaron a esas comunidades fronterizas con ayuda.
Al consultarle a la coordinadora de la Comisión Municipal de Emergencias y vice alcaldesa, ella se refirió a la dificultad de llegar a esas zonas, algunas todavía bajo el agua, inundadas. También a la tardanza de la llegada de insumos con ayudas para las familias.
Para la noche del lunes y el día martes, cuerpos de socorro, lograron ingresar con alimentos y pichingas de agua a las primeras comunidades, de aquí en adelante la labor de la CME es todo un desafío para llegar a todas las comunidades y cubrir sus necesidades, mientras pasa la emergencia.
La conclusión de los habitantes de Puerto Viejo, es que está «llena» es incluso más grande que la sucedida en el año 2005.
Al cierre de nuestra edición de julio, “Tormentas maestras”, la respuesta a las inundaciones de Costa Rica a finales de mes siguen en pie. Nuestro compromiso como medio es de seguir buscando los recursos y oportunidades para dar seguimiento a los temas reportados durante este mes.
Los invitamos a unirse a nuestro panel por Zoom, “¿Una comunidad se puede preparar para una emergencia? Escúchelo de los periodistas de la RED 506.» Este evento, abierto a todas las personas, se llevará a cabo el sábado 7 de agosto a las 3:30 pm CR / 5: 30 pm ET.
Los colaboradores de julio compartirán algunos de los desafíos, éxitos y lecciones aprendidas de este innovador proyecto periodístico. Se proporcionará traducción al inglés a través del chat de Zoom.
Reunión de Zoom ID 871 0774 1895, Clave: 438541.
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